Las puertas del cementerio de Verín ya llevan varios días abiertas, entre las 08.00 y las 21.00 horas, para que los vecinos puedan limpiar las lápidas de sus seres queridos y colocar flores.
Pero el número de visitas se incrementó sustancialmente en la mañana de ayer en un camposanto que está saturado pese a ser objeto de una ampliación. Pese a todo presentaba una imagen impecable, con cientos de ramos, en los que predominaban los crisantemos, claveles, rosas e incluso gladiolos y azucenas. Mientras, dos operarios se encargaban de adecentar la zona y vigilar para impedir el robo de flores, algo que se viene registrando año tras año al llegar estas fechas.
El alcalde, Juan Manuel Jiménez Morán, recordaba que en el cementerio ya no hay espacio para construir nuevos nichos y sepulturas para satisfacer el elevado número de solicitudes que hay presentadas en las dependencias municipales. El regidor no tiene previsto plantear una nueva ampliación alegando que el futuro Plan de Xeral Ordenación Urbana (está pendiente de ser aprobado por la Xunta) contempla la construcción de un nuevo cementerio en unos terrenos municipales que hay entre las localidades de Caldeliñas y Vilamaior. 'Tenemos que construirlo cuanto antes porque hay muchas peticiones de sepulturas', dijo.
El alcalde, Juan Manuel Jiménez Morán, recordaba que en el cementerio ya no hay espacio para construir nuevos nichos y sepulturas para satisfacer el elevado número de solicitudes que hay presentadas en las dependencias municipales. El regidor no tiene previsto plantear una nueva ampliación alegando que el futuro Plan de Xeral Ordenación Urbana (está pendiente de ser aprobado por la Xunta) contempla la construcción de un nuevo cementerio en unos terrenos municipales que hay entre las localidades de Caldeliñas y Vilamaior. 'Tenemos que construirlo cuanto antes porque hay muchas peticiones de sepulturas', dijo.
