El Seprona recogió muestras para investigar la procedencia del óleo, que ayer aún cubría el cauce
El río Barbaña, a su paso por A Veiga, entre los municipios de San Cibrao y Ourense, recibió una nueva agresión, en este caso, un vertido de aceite. Un particular avisó en la tarde del domingo de la presencia de óleo, pero el vertido ya pudo haberse producido el sábado, según pudo saber este periódico, aprovechando la tromba de agua que descargó una tormenta. El aceite aún se podía apreciar ayer en las aguas del río.
Agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) inspeccionaron el cauce, por un lado para determinar el origen del vertido e identificar a los autores y, por otro, comprobar si el aceite ocasionó daños en la flora y fauna.
Los guardias civiles, que alertaron de la situación a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, recogieron muestras de agua para analizar y comprobar el grado de contaminación. Los agentes no valorarán el vertido hasta que concluyan su informe que, en caso de detectar daños en flora y fauna, remitirán a la Fiscalía, Consellería de Medio Ambiente y organismo de cuenca. El presidente de este último organismo, Francisco Marín, se mostró preocupado con las sucesivas agresiones al río Barbaña, argumentando que estos días se dieron todas las condiciones para realizar vertidos ilegales. "Llovió, era fin de semana, y hay gente con muy poca sensibilidad medioambiental que aprovecha para eliminar desechos", explicó Marín, puntualizando que todas las tuberías de las empresas de los polígonos Barreiros y San Cibrao están conectadas a la red general y a la depuradora. "Esto no impide que alguien se salte las normas y vierta sin ningún tipo de respeto en la red de aguas pluviales", lamentó.
Este argumento es compartido por el presidente de los empresarios de polígono de San Cibrao, Elías Mera, que descartó que el vertido llegara al río a través de la red del espacio industrial. "Hay muchos puntos de control en la red. La vigilancia es continua y las sanciones son severas".
Funcionamiento habitual en la depuradora
El vertido se registró aguas arriba de la depuradora de San Cibrao, que estuvo trabajando a pleno rendimiento durante todo el fin de semana sin que se registrara la llegada de productos con alto grado de contaminación. La Confederación Miño-Sil también se sumó a la investigación, con el objetivo de comprobar si hay empresas o viviendas que viertan directamente al río.
El vertido es uno más de los múltiples que vienen recibiendo el cauce del Barbañá, según la asociación Ríos Limpios, que reclama más vigilancia en las empresas. Durante este año, se registraron seis vertidos, que formaron espuma blanca a la altura de O Polvorín.
