El día 20 de enero el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, informaba a través de una red social que su deseo era que la vieja cárcel de la calle Progreso fuese la sede de la Universidad de Educación a Distancia (UNED), hoy en las torres de O Pino. Explicaría después que renunciaba a que el viejo recinto penitenciario, asentado sobre manantiales termales, fuese un hotel balneario, como en algún momento se pensó. Entre las razones expuestas por el regidor, una fundamental: que, según él, el caudal y la ubicación no son las más idóneas para una instalación hotelera.
El alcalde quiere allí la delegación de la UNED, un lugar en el que brota agua termal a más de 40 grados
El libro "Ourense, la provincia termal", editado por la Diputación, documenta en el lugar en el que está la antigua prisión varias surgencias. Una de ellas, los baños de Outeiro, situada en uno de los laterales del viejo penal, tiene una casa de baños en la que se tipificaron aguas alcalinas, bicarbonatado-sódicas y fluoradas. La temperatura es de 39 grados y el caudal es de 0,25 litros por segundo.
Zona muy rica
También en la zona, en el lugar en el que había la Casa de Baños La Moderna y el entorno de la plaza de abastos, se han localizado aguas bicarbonatado-sódicas, fluoradas y litínicas. Brotan dos litros por segundo a 49 grados de esos manantiales, hoy desperdiciados, incluso con surgencias superficiales, cerca de la vieja cárcel.El año pasado la Consellería de Industria, a través de la dirección xeral de Minas, dio a conocer un estudio en cuyas conclusiones se validaba la idoneidad de la zona para crear en la antigua prisión un recinto termal. Aportaba algunos datos para sustentar el proyecto, entre ellos la existencia de algunos manantiales con 7,3 litros por segundo y con temperaturas por encima de los 40 grados, dependiendo del lugar en el que se hiciesen las catas.
Entre socios
Ese estudio está en manos del Concello de Ourense y la institución lo dio a conocer en marzo del 2018, cuando Jesús Vázquez (PP) era el alcalde. Ahora lo es su antiguo enemigo y actual socio, Gonzalo Pérez Jácome, de Democracia Ourensana. Aquellos informes parecen no vincularle y él sigue defendiendo que el antiguo recinto penitenciario sea la sede de la UNED cuando desde el propio seno del PP varias fuentes dicen que donde debería estar la Universidad a Distancia es el campus de As Lagoas, al lado de las facultades de la universidad presencial. Pero la idea de dejar un lugar con potencial termal para un edificio administrativo más es una de las muchas ocurrencias a la que se ha visto sometido este espacio, del que se habla con frecuencia y en el que no se ha hecho nada, salvo apuntalar el edificio principal para evitar que se venga abajo.La prisión provincial, que data del XIX, quedó sin uso en la década de los ochenta del XX, con el traslado a Pereiro de Aguiar. Cuando Manuel Cabezas llegó a la alcaldía de la capital, en el año 1995, se propuso la recuperación de algunos espacios sin uso. Entre ellos, la conversión el viejo acuartelamiento del ejército en San Francisco en el recinto cultural actual y también la recuperación de la cárcel de Progreso.
El recinto es de propiedad municipal desde el año 2001 y desde entonces no ha hecho más que degradarse
En el año 2001 se culminó la cesión por parte de la Siepse, la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios y de la Seguridad del Estado, titular del espacio. El traspaso no supuso avance alguno porque tampoco entonces se tenía claro los usos del penal. Llegó a pensarse en una Escuela de Teatro y Artes Escénicas. También en un centro lúdico, con tratamientos estéticos a base de agua termal. Se barajó también un uso cosmético de las aguas de su subsuelo. Pero, sobre todo en campañas electorales, los partidos imaginaban destinos. Unos, centro termal público mediante concesión; otros, balneario privado. Incluso se pensó en crear una narcosala, teniendo en cuenta la presencia de toxicómanos en la parte posterior del edificio. La vieja cárcel, igual que el perímetro de As Burgas, está dentro del Bien de Interés Cultural (BIC), con el máximo grado de protección. Pero, para no dañar al conjunto, el Concello ha decidido no hacer nada, salvo evitar que se caiga. Eso, o que sea sede de la UNED. Una realidad o una ocurrencia más.
