Entroido 2021

Vilariño de Conso trasladó a las casas su Festa do Cabrito

Un grupo de voluntarios repartió las raciones entre la población acompañado por un boteiro

El tiempo de crisis sanitaria y de restricciones no pudo con la Festa do Cabrito, que este año va por su trigésimo tercera edición en Vilariño de Conso. Fue diferente, sí, pero permitió llevar algún ambiente festivo a las casas. "É distinto", comentaba un vecino de la aldea de Entrecinsa.

Hasta este núcleo se desplazaron voluntarios del Concello, acompañados por un boteiro, con un único objetivo: repartir las raciones de cabrito que habían sido cocinadas en la panadería del pueblo. Hubo vecinos que no tuvieron reparos en salir al encuentro de la delegación municipal para recoger la caja térmica de la carne. Al igual que sucedió en los 15 núcleos restantes del municipio, otros habitantes prefirieron aguardar en casa para recoger el sabroso envío.

"Me encanta o Entroido, a festa. Tiñamos moita pena este ano, pero  benvido sexa ver un boteiro e ter unha pequena celebración, anque sexa na casa", dice Yolanda Rodríguez.  También Pilar Núñez echó en falta el ambiente de la fiesta gastronómica que, hasta este año, siempre se desarrolló en el polideportivo de Vilariño de Conso: "Co ben que o pasabamos en Vilariño, pero o primeiro é a saúde!".

En esta edición, sobre el parqué del pabellón municipal únicamente fueron colocadas las mesas necesarias para preparar las raciones de la carne propia de este Entroido. Esta labor corrió por cuenta de "Mantesil", que troceó los 60 cabritos que los vecinos pudieron acompañar con trozos de medio centenar de bicas y litros de licores caseros. Estos fueron los elementos que completaron el "kit" de supervivencia de la Festa do Cabrito, en una iniciativa "diferente", según los organizadores.

Pero las diferencias también se agradecen. "A xente está nerviosa. Teño o teléfono que ferve", dice la alcaldesa, Melisa Macía, antes de dar la salida a los cabritos.

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