FIN DE AÑO 2020

El virus lleva el colegio a casa

Toma de temperatura a una alumna en el primer día de cole (JOSÉ PAZ).
photo_camera Toma de temperatura a una alumna en el primer día de cole (JOSÉ PAZ).
A pesar del miedo de las familias ante el inicio del curso escolar, el coronavirus no cerró ningún centro educativo

El covid puso en valor la educación como nunca antes. El confinamiento desde el mes de marzo obligó a los más de 30.000 escolares ourensanos de Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato y ESO a adaptarse a la docencia online en el último tramo del curso. También fue un reto para los estudiantes de la Formación Profesional, cerca de 6.000 en la provincia, que vieron pospuestas sus prácticas en empresas en numerosas áreas por la crisis sanitaria. Los docentes ourensanos, como en el resto de España, pasaron a la categoría de "héroes" de la pandemia por su implicación personal, sin la que en muchos casos sería imposible garantizar la educación adecuada desde casa. 

La educación ourensana se manifestó en dos ocasiones tras la pandemia: fue ante el inicio escolar de septiembre, marcado también por el cambio en la Consellería de Educación (Román Rodríguez sustituyó en el cargo a Carmen Pomar). La consigna de "menos ratio de alumnos por clase y más profesores" fue defendida hasta la saciedad por los sindicatos de Educación en la provincia en las protestas. 

Los primeros casos de coronavirus en la provincia llegaron pronto: en Maristas se conoció el primer positivo de un niño de Primaria, activó el protocolo y puso en docencia online al "grupo burbuja" del pequeño, concepto que también nació con la pandemia. Poco después, los casos de covid en el aula dejaron de ser aislados. Con todo, apenas tuvieron que cerrarse un par de escuelas infantiles en la provincia. No llegó a cerrarse ningún centro educativo, hecho que se temía poco antes del inicio de curso y que no sucedió durante el primer trimestre del curso poscovid. 

En el balance de casos, la provincia registró el mayor número de contagios y aulas cerradas a nivel gallego al principio de curso, coincidiendo también con la peor evolución de la pandemia en la provincia. Sin embargo, en los últimos datos del año, la cifra de contagios alcanzó poco más del medio centenar de niños infectados en la provincia. Unos datos que triplican en áreas como A Coruña, Santiago o Vigo.

En este sentido, Ourense cerró el curso con siete aulas cerradas y ningún centro educativo ni guardería obligado al cierre. La mayoría de los casos registrados en los últimos días del primer trimestre se concentraron en centros de la ciudad–el Santo Ángel, con tres positivos, el más afectado. También destacan los contagios en O Barco y A Rúa. El covid no cerró la educación presencial en el primer trismestre del curso. 

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