Lejos de las grandes cifras, de los datos macroeconómicos y de la normativa general , está el día a día de las personas. El estado de alarma en el que está inmerso el país lo condiciona todo. Y, en esta situación, las redes sociales aparecen como una ventana para informar, reclamar, explicar o simplemente (y no menos importante) entretener. Muchas veces denostadas, no sin razón, las aplicaciones de carácter social se están convirtiendo en un elemento clave para contar las pequeñas historias de los ourensanos y ourensanas. El hashtag #yomequedoencasa está calando en Twitter o Instagram. En esta última aplicación, muchos "Stories" tienen un denominador común: la cuarentena. Son relatores de relatos. Cuentan como de un día para otro, todo cambia y hay que adaptarse.
Ana Lorenzo tenía el equipaje casi listo para poner rumbo a Perú. El jueves estaba previsto que despegase su avión. Nunca lo pudo hacer. "Estoy de vacaciones y el jueves tenía que haber viajado a Perú. El miércoles ya cerraron los vuelos hacia allí y me tuve que fastidiar. Ahora estoy en casa, con la familia, con provisiones suficientes y con ganas de aprovechar para hacer cosas a las que, últimamente, no dedico tanto tiempo", destaca.
Un "kit de supervivencia" dejó constancia en Instagram de su situación. Eso sí, el teléfono cerca. Ana trabaja en Sanidad y, aún de permiso, sabe que la pueden necesitar para echar un mano en cualquier momento. "Si la situación lo requiere, allí estaremos".
Los últimos viajes
En el caso de María García, a sus 23 años, el estado de alarma la sorprende justo cuando empieza a dar los primeros pasos en un nuevo reto laboral. De los primeros que afronta. Maestra de Educación Primaria, se trasladó de Ourense capital a O Barco de Valdeorras para seguir con su vocación. Durante el viernes, la media de niños que acudieron fue muy baja. El lunes tocaría reorganización. "Yo me hice una maleta, por prevenir, y me vine a Ourense para el fin de semana". Hizo bien. El viernes de noche, suspensión de clases hasta nuevo aviso. "Es un poco caos porque no sé cuando voy a poder volver, tengo allí cosas, los compañeros lo mismo... Cambian de opinión varias veces. Pero no creo que la culpa sea del colegio. Si los que les dan las órdenes tardan en hacerlo...", apunta la ourensana.
A Analén González la cuarentena le ha sorprendido en casa. Ourensana, su trabajo como entrenadora y coordinadora de baloncesto la llevó a Baleares. Pero su regreso fue debido a una causa de fuerza mayor. "Estoy embarazada y salí de la isla por mera coincidencia después de que me concedieran la baja por riesgo laboral. Estoy terminando todo el proceso en Ourense y no regresaré hasta septiembre ya a Baleares".
Desde sus redes sociales, petición de "sentidiño" y reconocimiento a la labor de los trabajadores de supermercados de la ciudad de As Burgas.
#YONOVUELVOAGALICIA
Al que todo le cogió fuera fue a Javier Galán, ingeniero ourensano con casi dos lustros a sus espaldas fuera. Y no en cualquier sitio, en Madrid. A diferencia de muchos, ni se le ocurre volver a la tierra. "No me parece lógico hacerlo. Hay que pensar en todos, no solo en uno mismo. Sé donde estoy y lo que supondría moverme. Ahora ya no podría, pero estos días no lo contemplé".
Deportista de vocación comparte rutinas de entrenamiento que se pueden hacer en casa durante estos días. "Hay formas de que el encierro sea menos desesperante y creo que la gente está coincienciada".
En las redes hay precocupación y resignación, pero también humor, ánimos y concienciación. "Maneras de vivir", que diría Leño. Destaca por encima de todo la petición de un esfuerzo individual para el beneficio del colectivo.
Y surgen ideas. Por ejemplo gracias al hashtag #15díaspara. Ahí, los usuarios comparten sus ideas para aprovechar el tiempo que deja esta nueva situación. La creatividad sorprende y los ourensanos no son ajenos a ello.
Tampoco a los perfiles propios de Galicia, como "orgullo.galego" o "instaengalego", que proponen a sus miles de seguidores ideas para llevar a cabo entre cuatro paredes y evocan al sentimiento de unidad para salir de esta crisis sanitaria.
Es tal la importancia de las comunicaciones, que las operadoras han regalado megas o abierto contenidos. Las redes sociales juegan un papel vital. Consuelo, ánimos o simple desahogo. El "compartir" no está en cuarentena.
