Vuelco al padrón con el covid: la población crece en 33 concellos ourensanos

La irrupción en marzo de 2020 del covid ha supuesto un vuelco a todos los niveles en el mundo, sin que la demografía sea capaz de escapar a los efectos de la pandemia. Así se refleja en la actualización de las cifras de población de los ayuntamientos españoles a 1 de enero de 2021 publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística con los datos recopilados de los padrones municipales. Aunque la provincia de Ourense sigue siendo incapaz de contener la pérdida de habitantes, con 305.223 en el arranque del presente año (un 0,47% menos que en el ejercicio anterior), la influencia del covid y el cambio de costumbres que los alcaldes ourensanos venían atisbando quedan reflejados ahora oficialmente en los papeles, ya que hasta 33 concellos consiguieron en 2020 incrementar la población que tenían a 1 de enero de ese año, superando claramente el anterior registro, cuando habían sido apenas 19 municipios los que contenían la sangría de habitantes. Más allá de los grandes números, analizando pormenorizadamente las cifras de los padrones de los ayuntamientos de la provincia, se extrae por ejemplo que seis municipios rompen en esta última actualización tendencias que se prolongaban durante al menos más de dos décadas (ya que el actual método del padrón solo permite consultar datos hasta 1998). Cinco de estos ayuntamientos reciben noticias positivas, al ver como suben en población, mientras que sucede lo opuesto en el caso de Barbadás, que tras un crecimiento ininterrumpido pasando de 5.239 vecinos a 11.158, sufre un retroceso del 1,22%, hasta los 11.022 vecinos. Por su parte, los ayuntamientos que siempre habían perdido habitantes y que han revertido esta tendencia durante 2020 son los de Trives, que anotó un vecino más situándose en 2.015; Chandrexa de Queixa, con una decena más de inscritos; y A Teixeira (el concello menos poblado de la provincia), que con 21 vecinos más anota el crecimiento porcentual más alto de todos los municipios gallegos, cerca del 7%. Mientras, Nogueira de Ramuín y A Veiga, pueden presumir de crecer en población después de 21 ejercicios consecutivos sin lograrlo. También son llamativos los datos de Avión, que no ganaba población desde principios de siglo; Montederramo, que lo hace tras 16 años; Beariz, tras 13; o Castrelo do Val, Taboadela y Toén, que viven un punto de inflexión tras más de una década. Rota la racha de Barbadás, el único municipio de la provincia que no ha dejado de crecer en población desde 1998 es San Cibrao das Viñas, ya por encima de los 5.500 habitantes. Mientras, Allariz anota su quinto año seguido con el padrón al alza, Pereiro de Aguiar y Amoeiro llevan cuatro y Coles y Vilamartín de Valdeorras tres. Maside y Porqueira registran dos ejercicios seguidos de crecimiento. El efecto del covid tiene también su visión negativa dentro de la provincia, con la ciudad de Ourense y las grandes villas cayendo en población. La urbe se dejó más de 1.000 vecinos en su padrón y ya está por debajo de los 105.000 después del respiro que supuso el 2019; Carballiño retrocede a menos de 14.000 y tampoco Verín y O Barco fueron capaces de aumentar habitantes. Un vuelco total al padrón. GALICIA, POR DEBAJO DE LOS 2,7 MILLONES DE HABITANTES La tendencia demográfica tras los primeros meses con el covid marcando el día a día del planeta no es exclusiva de Ourense, sino que en el conjunto de Galicia también sucede que pequeños concellos logran incrementar su población mientras las ciudades y grandes villas notan un retroceso. La Comunidad vuelve a caer por debajo de los 2,7 millones de habitantes. Además, en el conjunto del Estado, todas las capitales de provincia sufrieron una merma en sus padrones, con la única excepción de Murcia. España tiene menos vecinos registrados que el año anterior después de cuatro ejercicios al alza. La pandemia también pone patas arriba los flujos de población.