La vuelta al colegio tras la crisis sanitaria dejó en alumnos, profesores y equipo directivo un buen sabor de boca. De los 1.068 estudiantes que cursan segundo de Bachillerato en la provincia, 536 acudieron ayer a los centros de forma voluntaria para retomar la formación presencial, tras casi dos meses y medio de clases online. Mascarillas, gel hidroalcohólico, clases con aforos limitados, aulas distintas y horarios readaptados son algunas de las novedades que marcarán el mes que resta del curso educativo.
As Lagoas: El primer día, presentación para explicar al alumnado el protocolo, los horarios y el cambio de aulas
La primera jornada dejó claro el interés de los estudiantes en reforzar los contenidos y consultar dudas de cara a las pruebas de la ABAU, aplazadas al mes de julio tras la irrupción del coronavirus. "Tivemos más rapaces dos que pensabamos que ían vir, a resposta foi moi boa. Nós decidimos facer unha xornada de presentación, explicarlles o protocolo, as aulas e escaleiras que teñen que usar... Cambian de piso, para reducir movemento. A partir de mañá (hoy) xa comeza a preparación", apunta Mónica Rodríguez, vicedirectora del IES As Lagoas.
Maristas: Hasta el 1 de junio, las clases están enfocadas al refuerzo y a las pruebas de recuperación
Otros centros optaron por dedicar los primeros días de la vuelta a los alumnos con más dificultades en los dos trimestres anteriores, por lo que podrán realizar exámenes de recuperación. "Por ahora las clases están enfocadas al refuerzo y a la recuperación, por lo que solo han venido 15 estudiantes, el 30% del total", apuntan desde Maristas, donde la preparación de la ABAU arrancará el próximo 1 de junio, con mayor participación. En Salesianos, la jornada de ayer se vivió con cierta "normalidad", con elevada asistencia. "La gente vino con ganas, dispuestos a trabajar, se les ha visto con esa actitud, mentalizados y preparados para las circunstancias, todos con su mascarilla", apunta Lupicinio Peña, director del centro. De los 67 alumnos de segundo de Bachillerato, 61 acuden al centro desde ayer, aunque en diferentes horarios. "Los que no vienen tienen diferentes situaciones, hay cierta preocupación. Los que no pueden venir se ponen de acuerdo con los profesores para adecuar el horario de cada asignatura, pero bueno, son muy pocos casos", explica Peña. El IES Eduardo Blanco Amor también abrió sus puertas con buena respuesta de los estudiantes –alrededor de medio centenar–. Carlos Ferreiro, el director, destaca su buen comportamiento ante los cambios: "Desde el equipo directivo estábamos pendientes para cubrir las entradas, porque tienen que entrar por una puerta distinta a la que estaban acostumbrados. Pero casi no hizo falta, han respondido muy bien". Los grupos por cada aula son, como máximo, de 15 alumnos. el personal colocó más de ochenta mesas en el pabellón deportivo del centro, para acoger clases de mayor tamaño con distancia de seguridad entre los alumnoso incluso la realización de exámenes.
Los alumnos, felices
La formación online continúa para los alumnos que se mantienen en sus domicilios, pero también en ciertas asignaturas, para facilitar el cumplimiento de los aforos. "Algunos profesores continúan la formación telemática, otros lo hacen mixto, algunas presenciales y otras onlines, y otros, 100% en persona", apunta Carlos Ferreiro.
Pero los estudiantes que vuelven, valoran lo presencial. "No preparas lo mismo cuando estás en casa que cuando estás en clase, yo por lo menos prefiero venir. Hay muchos profesores que no dan clase online, por lo que en realidad estudiamos por nuestra cuenta el temario", comenta Ángela, alumna del Blanco Amor. La clave: adaptarse a la nueva normalidad. "Es un poco raro estar con la mascarilla, lavarse con el gel...", explica Laura Núñez, otra alumna.
