Dice Teo Cardalda que Santi Santos, de Los Limones, es el Bruce Springsteen gallego, por su entrega en cada concierto. Mañana sábado Los Limones tendrán ocasiónde demostrarlo deleitando al público ourensano
Le veo sonreír, ilusionado, acariciando la guitarra de los días de calma. Tiene ganas de Ourense. Desde Madrid, Santi Santos invita a todos los ourensanos en un vídeo a no perderse la cita, que culmina a lo grande el ciclo de Los Conciertos de La Región, que han llevado música en directo por toda la provincia durante el verano.
Este sábado Los Limones zanjarán una deuda pendiente con Ourense: actuarán en la Plaza Mayor a las 23:00 horas, en la cima de su extensa carrera, en el corazón de la Galicia que les vio nacer a finales de los 80. Poco antes, a las 22:00 horas, los asistentes podrán disfrutar de la actuación de Soul&Roll.
“Será un bonito reencuentro con la ciudad que tanto queremos”, explica Santi Santos, “y un concierto también de acción de gracias por el final del verano”. “Venimos con máximo cariño, a respirar la pureza que caracteriza a esta provincia: no tener mar te libra de muchas tonterías en el carácter. Además aquí se respira la cultura, todo el siglo XX del galeguimo, escrito con letras de oro por Curros Enríquez y todos los grandes autores ourensanos”.
Tres décadas y muchos éxitos después de subirse por primera vez a los escenarios, Los Limones han envejecido bien y saben dar a cada público lo que quiere.
Al contrario que otros, no renuncian a las canciones que le han hecho grande. “Tocaremos todos los grandes hits de Los Limones, y alguna de las canciones de nuestro nuevo disco, Quintos del 64”. Tampoco faltarán algunos clásicos del poprock español: desde Antonio Vega -con quien Los Limones realizaron una gira muy especial en 2007-, hasta Los Secretos, o Antonio Flores, o Siniestro Total, o incluso de Andrés Dobarro, a quien rindieron tributo en la playa de Cabanas. “Nos gusta tocar las canciones de nuestros amigos. Muchos de esos clásicos de Los Secretos o de Nacha Pop, después de tantos años acompañándonos, los sentimos tan nuestros como nuestras propias canciones”.
En poco más de un año, Los Suaves han recibido la Medalla de Oro de Galicia y Santi Santos el Gregorio Baudot de la SAF, en Ferrol. “Los Suaves son el gran icono musical de Galicia, y ese premio fue una gran alegría para todos. En nuestro reconocimiento ferrolano, la emoción fue máxima y el agradecimiento, eterno”.
Un guiño a su trayectoria, que comenzó en 1987 con el EP "Sun", alcanzando pronto varios éxitos en toda España y números 1 en las radiofórmulas: "Te voy siguiendo" (1989), "Trenes sin destino" (1990), "El canto de la sirena" y "Ferrol" (1992), o "Por las estrellas" (1993). Con subidas y bajadas, no han dejado de tocar y grabar discos hasta hoy. El último, "Quintos del 64", llegó a las tiendas en 2015.
Al hablar de futuro y de las dificultades del sector, el líder de Los Limones recurre a la sabiduría popular: “A mi padre llaman hogaza y yo me muero de hambre”. “La vida del músico es dura”, dice quien ha tornado en décadas de componer aquellas canciones melancólicas de desamor a un optimismo vitalista en sus últimos discos. “Aquí hay dos opciones: verlo en negativo o en positivo. Yo he decidido que, para lo que me quede de vida, lo voy a ver en positivo. Creo que nos pasa a todos en estos tiempos, es el discurso del título del último disco de Miguel Costas: ‘No me cuentes tu vida’. No estoy en un momento de escuchar el Réquiem de Mozart o baladas tristes. Las cosas se ven mucho mejor con alegría”. Será por eso que hace tiempo que cada concierto de Los Limones es una gran fiesta.
33 años en los escenarios, 14 discos y más de 130 canciones
Santi Santos le ha escrito canciones a Ferrol (“Ferrol”, “La capital del mar”), a Coruña ("Vuelvo a casa"), al Camino ("Camino de estrelas"), a Galicia ("Ahora es cuándo", "Achego", "Voy a Galicia", "Emigrante") al mar (Océano, Marea negra), al optimismo ("Días azules", "Eres el mejor", "Una ilusión"), y a los días tristes (“El límite de mi humor”, “Lloras”), a la amistad (“Amigos”, “Ángeles”), a cumplir años con optimismo (“40”, “18 primaveras”, “Quintos del 64”), a los amores rotos (“El canto de la sirena”, “Corazones”, “Es mejor”, “El tiempo pasará”, “Palabra lentas”), a la soledad (“No está mal la soledad”), a los falsos (Tipos cínicos), a las víctimas del terrorismo (Inocentes”), a vivir este siglo frenético (“Canciones de autoayuda”, “Música de baile”, “Acelerado”, “Canción del milenio”, “Igual de lejos, igual de cerca”, “Sigue la vida”, “Ciudad cuartel”) al amor (“Trenes sin destino”, “Dame tu amor”, “Oh, nena”, “No me dejes de querer”, “Hacia algún lugar”, “Te voy siguiendo”), a los que miran (“Celos”), y al desamor y sus melancolías (“Hace mucho tiempo”, “Diez cañas”), a los que se fueron (“De mañana”), y a las que nacieron (“Bienvenida”). Y un día, cuando Los Limones cumplieron 25 años y tuvieron que describirse en una canción, Santi Santos la tituló “Cientos de bares”. Y describió así, en una sola estrofa, la trayectoria limonera: “vamos con un poema entre los labios”.
