Llevar flores en los primeros días de noviembre es una tradición que regresa este año, cuando la situación pandémica es más favorable que el pasado 2020. Las vísperas del Día de Todos los Santos y el de Fieles Difuntos está funcionando mejor que en ocasiones anteriores económicamente. “Los cierres perimetrales impidieron que mucha gente pudiese ir al cementerio el año pasado y vemos que son muchos los que se están adelantando este 2021”, señalan desde Viveros Alecrín.
“Flores, centros y crisantemos son la compra más habitual”, explican. Las elecciones comunes para esta celebración son el rojo y el blanco, pero según las floristerías, esta temporada están triunfando las rosas rojas en concreto.
El perfil de comprador para Todos los Santos es el de persona mayor, sin embargo, tras la pandemia, las floristerías destacan un nuevo perfil en sus negocios: “Nunca se había visto tanta gente joven, hay más que otros años”, señalan desde Viveros Alecrín.
Los precios de las flores no variaron. Los centros cuestan entre 20 y 25 euros. “Muchos traen sus propias flores para que le hagamos el centro con ellas, estamos tratando de que los precios sean semejantes”.
