El alcalde de San Cibrao atribuye la aparición de espumas a aguas pluviales
Vecinos de San Cibrao das Viñas dieron ayer la voz de alarma ante la situación que soporta el río Barbaña a su paso por la localidad, mostrando varios vertidos de espuma y, aseguran, aguas fecales. La situación se produce en el tramo comprendido entre Vendanova (Taboadela) y Calvos (San Cibrao), y los vecinos atribuyen la responsabilidad a defectos en el saneamiento.
Mientras, el alcalde de San Cibrao, Pedro Fernández, aseguraba que "no hay tal vertido, aquello que hay allí es un aliviadero de un bombeo", y apunta que no es un problema nuevo en el municipio y explica que "cuando llueve mucho, las aguas pluviales salen ahí, porque la mayor parte de los vecinos tienen conectado al alcantarillado las pluviales y éstas desbordan", pero insiste en que no hay "vertido".
Añade que el bombeo "funciona día y noche, lo que pasa es que las bombas tienen un caudal equilibrado para el pueblo, pero si entra tres veces más agua pues rebosa".
Desde la depuradora de San Cibrao confirman que "aquí está todo en orden, de hecho estamos con técnicos de la Confederación Hidrográfica Miño Sil y así lo están certificando en estos momentos", explicaban a media tarde de ayer desde Espina y Delfín.
En todo caso, el problema parece surgir aguas arriba, en el límite entre las localidades de Taboadela y San Cibrao, en torno a tres kilómetros antes de la depuradora de aguas de este último municipio. En concreto, la mayor concentración de espuma se localiza a la altura de Veredo, en el límite justo entre ambos concellos, aunque dentro de los límites de San Cibrao.
El alcalde de Taboadela, Manuel Gallego, apuntaba que "no ha llegado notificación alguna sobre ningún vertido", aunque explicaba que había estado el día fuera por motivos personales. En todo caso, añadió que era extraño que se acumulasen allí vertidos "porque no hay industria de ningún tipo en los alrededores, sólo una fosa séptica".
