En el último mes, han abierto dos locales nuevos en la calle Lamas Carvajal, una zona cada vez más activa con nuevas alternativas de ocio que nada tienen que ver con las históricas mercerías
El Primor o La Mariposa
El perímetro que abarca las calles Lamas Carvajal y San Miguel y la Plaza Mayor y la de Santa Eufemia se ha convertido en una zona atractiva para abrir un nuevo negocio. Los más recientes que han abierto sus puertas al público en el último mes han sido la pizzería "Dolce Vita", que ocupa lo que antes era la mercería "La Mariposa" y la tienda de golosinas "Laif", al lado del Liceo y antes conocida como El Primor, otra mercería histórica. Los nuevos emprendedores coinciden en que la zona está cambiando y destacan que su principal atractivo es el movimiento de gente yendo y viniendo.
Por eso, aprovecharon este bullicio y se lanzaron a crear sus propios negocios ofreciendo a los vecinos una mayor oferta de ocio y restauración. "La zona está cambiando mucho. Antes solo había tiendas de ropa y ahora hay más alternativas de ocio para todos los gustos y edades", explicó Israel Barandela, propietario de Laif. De hecho, decidió reubicar su tienda, inicialmente situada en la calle La Paz, a Lamas Carvajal por haber más afluencia y porque no encontraría competencia ya que el resto de establecimiento se dedican al sector textil, principalmente. El objetivo es buscar un nicho de mercado rentable, escapando de lo de siempre.
Los mismos motivos fueron los que llevaron a los dueños de Dolce Vita a abrir una pizzería en pleno corazón histórico. "Por aquí pasa mucha gente que se para a mirar los productos que ofrecemos, totalmente artesanales y frescos", explicó José Manuel Rodríguez, uno de los empleados del nuevo establecimiento. No obstante, también reconoce que otros tantos se quedan sorprendidos al ver que ya no queda nada de la antigua La Mariposa. Los más nostálgicos se conforman con ver el nombre de la mercería, esculpido en mármol, en el escalón que da acceso al establecimiento.
Una historia similar se repite en la Plaza de Santa Eufemia, donde se concentra una parte importante de cafeterías y locales para tomarse una copa a primera hora de la noche ourensana. Tiendas como "Alemana", un negocio familiar que regenta María Teresa Domínguez Ordás, o la sombrería "La Lucha", ya ubicada en la calle de las Tiendas, llaman la atención de los viandantes por conservar su esencia en una zona que cada vez se está convirtiendo en más comercial gracias a las reformas de algunos de los locales. Una solución que también se llevó a cabo en los soportales de la Plaza Mayor, dando más vida a la zona monumental.
Siguiendo con el recorrido, el otro ejemplo lo protagoniza la calle San Miguel que recuperó el movimiento de sus fogones con la reapertura del restaurante que lleva su nombre. El último ejemplo es "La Brava", un local que ofrece a los comensales un pincho totalmente gratuito por cada consumición. Una nueva forma de hacer negocio en una de las zonas con más tránsito diurno y nocturno. n
