El zumbido de la leishmania en Ourense

Orilla del río Miño, junto al paseo de la pista roja.
photo_camera Orilla del río Miño, junto al paseo de la pista roja.
La provincia ourensana está considerada como la zona de mayor incidencia de la leishmaniosis en toda España, que afecta principalmente a los perros, y que se extiende cada vez durante más meses, al aumentarse los días de calor por el cambio climático. 

Los termómetros elevan sus décimas. La ausencia de precipitaciones va secando los ríos, las fuentes y los regatos de la provincia. Un incesante zumbido se extiende por todo Ourense. Los mosquitos se propagan cuanto más se acerca el verano. Y, entre ellos, el mosquito flebótomo, portador de la Leishmania.

No es casual que la provincia sea uno de los principales focos. El veterinario Juan Carlos Domínguez apunta que muchas zonas de España llevan más de 30 años concienciando, Ourense lleva 10.

Mónica es una galga que encontró un nuevo hogar en Ourense. Cuando Mariló López observó que sus uñas crecían especialmente rápido largas uñas decidió hacerle la prueba. Ahora es uno de los tantos casos en Ourense, aunque la mayoría no tiene diagnóstico.

LEISHMANIA

Una enfermedad ambigua, a veces sigilosa, a veces letal. La leishmania puede no manifestarse. La mayoría de veces, la piel desvela su presencia en forma de problemas cutáneos. Los órganos también pueden mostrar graves daños. Esto responde a cada uno de los estadíos de la afección.

Para controlar el avance, un diagnóstico temprano. Si se interviene al inicio con medicación, la esperanza de vida del perro llega a ser similar a la de un animal sano. Cuanto más se tarde, peor será el pronóstico.

EVITAR AL HEMATÓFAGO

Ningún método es efectivo al 100%. Pero sí existen algunos para alejar al flebótomo. Adaptar los horarios de paseo y evitar las zonas de riesgo funciona.

Las personas con animales domésticos pueden usar collares antiparasitarios y pipetas. Otra opción es lo que comúnmente se conoce como la vacuna contra la leishmania. Un método que debe aplicarse una vez al año para que su efecto perdure.

COMPORTAMIENTO

“Están asociados, sobre todo, a espacios de agua dulce, donde pululan sus larvas”, explica el director del departamento de ecología y biología animal de la UVigo, Adolfo Cordero.

Este díptero se concentra en zonas próximas a ríos o riachuelos. Lugares en los que los ourensanos, y sus mascotas, buscan refugio del calor. Aunque ya se han detectado casos de leishmania en animales como los gatos, que no suelen salir a pasear.

Diez grados, la barrera natural de este peligro. El mosquito no sobrevive a temperaturas inferiores. Esto hace que el invierno y el otoño sean menos peligrosos. O no. El cambio climático influye, el aumento de las temperaturas hace que su vida pueda alargarse hasta octubre. Cordero explica que “es una especie autóctona, y la leishmania es natural en España”. Pero Ourense concentra los ingredientes perfectos: “Es el lugar más ‘mediterráneo’ de Galicia debido a sus altas temperaturas y un ambiente seco, además guarda grandes concentraciones de agua dulce”.

Con estos datos, los veterinarios planifican campañas de detección y prevención. “Durante los meses de febrero, marzo y abril hacemos un control mediante pruebas diagnósticas”, explica Juan Carlos Domínguez. A partir de entonces, máxima alerta.

Crece el riesgo de la leishmania para las mascotas pero, probablemente, también el cuidado.

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