Los agentes llegaron a recibir hasta 10 llamadas telefónicas de vecinos de estos municipios, todos ellos vecinos que estaban alarmados por los disparos, prohibidos por legislación
La Guardia Civil estableció en la mañana de ayer servicios de vigilancia en Maceda, Verín y A Rúa para localizar a cazadores que podrían estar disparando cerca de las viviendas, con el riesgo de que un proyectil alcanzase a un vecino.
Los agentes montaron los servicios, que según pudo saber este periódico, no dieron resultado, después de recibir hasta 10 llamadas telefónicas de los citados municipios, todos ellos vecinos que estaban alarmados por los disparos, que están prohibidos por la legislación en zonas cercanas a núcleos habitados, pistas agrícolas, caminos y carreteras. También está prohibido cazar durante las jornadas con niebla.
Las llamadas se produjeron después de pasar dos semanas en la que una bala de rifle, posiblemente destinada a abatir a un jabalí, impactara contra la puerta izquierda de un vehículo cuando éste circulaba por la autovía Rías Baixas, a su paso por Sandiás. Iba dentro un matrimonio, que resultó ileso porque la bala quedó incrustada en el resposabrazos.
