El "testamento do burro" repasó de forma satiríca los últimos acontecimientos sociales y políticos ocurridos en la villa
Los peliqueiros más veteranos fueron los protagonistas desde primera hora de la mañana de ayer en el Entroido de Laza. Era su día y en la Plaza da Picota dieron buena cuenta de estar, pese al paso de los años, en forma física para enfundarse el traje y poner orden corriendo y haciendo sonar las "chocas". "El Entroido y el peliqueiro se llevan dentro y no importa la edad", apuntó uno de los veteranos.
La fiesta no da tregua en Laza y , tras la multitudinaria celebración el pasado lunes de las hormigas y la morena, ayer se volvió a enfundar el disfraz para participar sobre las cinco de la tarde en un desfile y más tarde estar presentes en la lectura del "testamento do burro", en el que un año más se hizo un repaso de forma irónica a la vida social y a la política local.
Ambos actos congregaron a numerosos público, que al caer la noche vieron como los peliqueiros se vestían de luto (colocaban un lazo negro) para despedir la fiesta entre lamentos hasta el próximo año. El único consuelo es que aún tienen autorizado vestir el traje el próximo domingo con motivo del "Dia de Piñata".
