La Residencia San Antonio de Beariz celebró ayer los 100 años de una de las usuarias, Genoveva Lois Rodríguez, que sufre alzheimer desde hace 11 años, y aunque ya no habla, conserva la tranquilidad y no ha perdido su sonrisa.
La residencia de mayores San Antonio de Beariz celebró ayer una fiesta con motivo del cumpleaños de una de sus residentes, Genoveva Lois Rodríguez. No era para menos, ya que esta vecina de Abelenda de Avión es la segunda centenaria en los 16 años de funcionamiento de este centro perteneciente a la Fundación San Rosendo. El personal se esmeró en la elaboración de los pinchos y de una magnífica tarta, que compartieron con los residentes y con las dos sobrinas de la centenaria, Carmen Fernández y Fátima Muleiro, que acompañaron a su tía durante esta entrañable celebración.
Pero Genoveva no decía nada, sólo observaba y aceptaba las muestras de cariño de los presentes. "Se le olvidó hablar, aunque nunca ha perdido la sonrisa porque siempre ha sido una persona muy buena y tranquila", aseguraba una de sus sobrinas, que junto con las directoras de la residencia, Rosa Barroso y Loli Rodríguez, explicaban lo poco que sabían de la vida de esta mujer que sufre alzheimer desde hace 11 años.
Era hija de maestros y se dedicó a las labores del campo toda su vida, sin abandonar nunca su pueblo de Abelenda. Es soltera y tiene dos hermanas y las dos sobrinas que acostumbran a visitarla siempre que pueden. "Era muy trabajadora, pero sabemos poco de su vida porque siempre ha vivido sola, aunque muy querida en el pueblo, y nosotras estuvimos muchos años en México, aunque ahora ya llevamos aquí 11", puntualizaban sus sobrinas.
Fue la pérdida de memoria el motivo por el que Genoveva ingresaba en la residencia, en donde sigue un estricto régimen alimentario, porque también padece del corazón y es diabética. No obstante, ayer fue un día especial y Genoveva degustó su tarta y las viandas que le apetecieron.
Como se le olvidó hablar, Genoveva se llevará a la tumba el secreto de su longevidad, una ventaja de la que también disfrutaron sus dos hermanas fallecidas, que rondaban los 90 años, y las dos que todavía viven.
"Ojalá supiéramos ese secreto, nos gustaría, porque sufre de diabetes desde hace 20 años, pero aquí está muy tranquila a sus 100 años", comentaba Carmén Fernández.
Al cumpleaños también asistió el concejal de Cultura de Beariz, José Balboa, que incluso se animó a echar un baile con María Gallardo, una de las residentes de 96 años que se encuentra en plena forma.
En la Residencia San Antonio viven un total de 30 personas entre válidos, que ocupan viviendas anexas, y los dependientes, atendidos por 22 trabajadores.
