Cruz Roja alerta de las consecuencias del desplazamiento masivo de población a las ciudades

1.400 millones de habitantes urbanos serán pobres en 2020

Un grupo de infraviviendas en Manila. (Foto: Francis R. Malasig)
Unos 1.400 millones de habitantes de zonas urbanas vivirán en 2020 en situación de marginalidad, en asentamientos informales, sin la infraestructura y los servicios esenciales que tanto contribuyen a reducir el riesgo de desastres. Así se refleja en el Informe Mundial sobre Desastres 2010 de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, hecho público ayer, que este año no ofrece grandes cifras sino que se centra en el entorno urbano, según explicó el coordinador general de Cruz Roja Española, Antoni Bruel.
El documento alerta de 'los niveles inaceptables de riesgo urbano', teniendo en cuenta que por primera vez en la historia la población que habita las ciudades supera a la que vive en entornos rurales y se estima que superará el 69 por ciento en 2050. El informe destaca que 2.570 millones de habitantes urbanos de países con bajos y medianos ingresos son vulnerables a esos grandes niveles de riesgo, que se acrecientan por la rápida urbanización, la precariedad de la gestión urbana local, el crecimiento de la población, la deficiencia de los servicios de salud y, en muchos casos, la creciente oleada de violencia. Además, gran parte de esa población está expuesta a las consecuencias del cambio climático.


PROPIEDAD DE TERRENOS

Bruel advirtió a los responsables políticos que 'o se frena la huida a las ciudades o se hará cada vez más difícil el abordaje de las situaciones de emergencia'. Ya las organizaciones que se dedican a la cooperación internacional están intentando que la gente no se mueva de las zonas rurales, pues 'la gobernanza en estos entornos es más fácil que en el medio urbano'. Este nuevo contexto urbano ha obligado a la puesta en marcha de una nueva generación de modelos en la cooperación internacional, como en Haití. En Puerto Príncipe, la capital, la dificultad no radica tanto en realojar a las personas afectadas por el terremoto como en averiguar la propiedad de los terrenos en los que ubicar los alojamientos, lo que demora 'muchísimo' las intervenciones de apoyo.

Te puede interesar