Un total de noventa personas perdieron la vida en 2007 a causa de un accidente doméstico o producido durante el tiempo de ocio. Caídas mortales o cortes que derivaron en un shock hipovolémico pérdida severa de sangre- motivaron la mayoría de estos fallecimientos.
El Instituto Nacional de Consumo (INC) presentó este lunes el informe 2007 del programa de Detección de Accidentes Domésticos y de Ocio (DADO). El año pasado se produjeron un total de 1.754.335 accidentes de este tipo -un 3.88 por ciento de la población, un 0.1 por ciento menos que en el año anterior-, lo que supone que cuatro de cada cien españoles tuvieron un percance de esta naturaleza que, según destacó la directora del INC, Etelvina Andreu, no deben banalizarse: El 36.1 por ciento de las víctimas quedó con alguna secuela. El informe no incluye los accidentes de tráfico ni los laborales, sino simplemente los que se produjeron en casa o en el tiempo de ocio. Caídas en la cocina y víctimas mujeres son el prototipo de este tipo de percances. El 58.1 por ciento de los accidentes se produjeron en el hogar, el 15.2 por ciento en áreas de transporte y el 9.7 por ciento en zonas deportivas.
La mayoría de los accidentes en el hogar o el tiempo de ocio fueron caídas (41.4 por ciento) y, de ellas, una de cada cuatro lo fueron por tropiezos, seguidas de caídas o saltos desde una altura menor (7.9 por ciento), caídas por o desde las escaleras (7.2 por ciento) y caídas desde una altura mayor (1.6 por ciento).
Le siguieron, con un 22.6 por ciento de los casos, aplastamientos, cortes y desgarros. Este apartado incluye cortes (12.9 por ciento), cuchilladas o serramientos (2.3 por ciento), picaduras o mordeduras de insecto, ser humano o animal (2.9 por ciento), pellizcos (2.8 por ciento), punciones (1.3 por ciento) y desgarros (0.3 por ciento).
Tras los anteriores, más habituales, también hubo golpes o choques (13 por ciento), efectos térmicos o quemaduras (9.6 por ciento) y accidentes por esfuerzos físicos o agotamiento (4.2 por ciento).
En el momento del accidente, la mayoría de las víctimas realizaba una actividad doméstica, lúdico-deportiva, vital -como desplazarse en transporte- o bricolage. En el caso de los deportes -excluyendo el deporte federado-, los que generaron más accidentes fueron los de equipo con pelota, los de rueda sin motor y la gimnasia.
MUJERES VICTIMAS
En más de la mitad de los casos los accidentes se producen en días laborables y hay picos de incidencia en meses de vacaciones (agosto, abril y diciembre). Según los datos del informe, la edad de más incidencia de estos accidentes es la franja de 25 a 44 años, el 38.6 por ciento de todos los accidentes de ocio y en el hogar que se producen. Las mujeres sufren más estos percances que los hombres (un 56.2 por ciento frente a un 43.8 por ciento), pero con algunas diferencias según la edad: Hasta los 45 son los hombres lo que acumulan mayor número de lesiones pero, a partir de esa edad, hay predominio de las mujeres. En ellas, quemaduras y caídas son la mayoría de las lesiones, sobre todo en el hogar y durante la realización de tareas domésticas. En ellos, los golpes y durante actividades de ocio y esparcimiento.
En los niños menores de cuatro años apenas hay incidentes de este tipo pero, cuando se producen, son los que más hospitalizaciones generan.
Las extremidades (75 por ciento) y la cabeza (13 por ciento) fueron las partes del cuerpo más afectadas. En uno de cada cuatro casos la herida abierta fue la lesión más frecuente. El 64 por ciento de los afectados fue examinado y/o tratado por un médico que le dio el alta, el 29.4 por ciento necesitó seguimiento por parte del médico de familia o el especialista; el 6 por ciento fue al hospital y, de ellos, el 2.2 por ciento fue ingresado y el 0.01 por ciento falleció (noventa personas).
La mayoría de los accidentados (37 por ciento) opina que la causa del percance fue el azar, mientras que el 25.5 por ciento lo atribuye a la imprudencia, otro 25.3 por ciento al descuido y, con mucha menos incidencia, el 3.5 por ciento deficiencias en la construcción -por ejemplo acera en mal estado-, el 2.6 por ciento a la intervención fortuita de una segunda persona y el 0.3 por ciento a que no siguió las instrucciones de uso.
Respecto a la distribución por CCAA, La Rioja (4.5 por ciento) y el País Vasco (4.1 por ciento) fueron las que registraron más siniestralidad; mientras que Cantabria (3.8 por ciento) y Extremadura, Castilla La Mancha, Baleares y Canarias (3.9 por ciento) las que menos.
Los accidentes son la cuarta causa de muerte en los países de la UE, tras las enfermedades del corazón, cáncer y cardiovasculares. Tras los de tráfico y los laborales, los domésticos son los más numerosos.
La mayoría de los accidentes en el hogar o el tiempo de ocio fueron caídas (41.4 por ciento) y, de ellas, una de cada cuatro lo fueron por tropiezos, seguidas de caídas o saltos desde una altura menor (7.9 por ciento), caídas por o desde las escaleras (7.2 por ciento) y caídas desde una altura mayor (1.6 por ciento).
Le siguieron, con un 22.6 por ciento de los casos, aplastamientos, cortes y desgarros. Este apartado incluye cortes (12.9 por ciento), cuchilladas o serramientos (2.3 por ciento), picaduras o mordeduras de insecto, ser humano o animal (2.9 por ciento), pellizcos (2.8 por ciento), punciones (1.3 por ciento) y desgarros (0.3 por ciento).
Tras los anteriores, más habituales, también hubo golpes o choques (13 por ciento), efectos térmicos o quemaduras (9.6 por ciento) y accidentes por esfuerzos físicos o agotamiento (4.2 por ciento).
En el momento del accidente, la mayoría de las víctimas realizaba una actividad doméstica, lúdico-deportiva, vital -como desplazarse en transporte- o bricolage. En el caso de los deportes -excluyendo el deporte federado-, los que generaron más accidentes fueron los de equipo con pelota, los de rueda sin motor y la gimnasia.
MUJERES VICTIMAS
En más de la mitad de los casos los accidentes se producen en días laborables y hay picos de incidencia en meses de vacaciones (agosto, abril y diciembre). Según los datos del informe, la edad de más incidencia de estos accidentes es la franja de 25 a 44 años, el 38.6 por ciento de todos los accidentes de ocio y en el hogar que se producen. Las mujeres sufren más estos percances que los hombres (un 56.2 por ciento frente a un 43.8 por ciento), pero con algunas diferencias según la edad: Hasta los 45 son los hombres lo que acumulan mayor número de lesiones pero, a partir de esa edad, hay predominio de las mujeres. En ellas, quemaduras y caídas son la mayoría de las lesiones, sobre todo en el hogar y durante la realización de tareas domésticas. En ellos, los golpes y durante actividades de ocio y esparcimiento.
En los niños menores de cuatro años apenas hay incidentes de este tipo pero, cuando se producen, son los que más hospitalizaciones generan.
Las extremidades (75 por ciento) y la cabeza (13 por ciento) fueron las partes del cuerpo más afectadas. En uno de cada cuatro casos la herida abierta fue la lesión más frecuente. El 64 por ciento de los afectados fue examinado y/o tratado por un médico que le dio el alta, el 29.4 por ciento necesitó seguimiento por parte del médico de familia o el especialista; el 6 por ciento fue al hospital y, de ellos, el 2.2 por ciento fue ingresado y el 0.01 por ciento falleció (noventa personas).
La mayoría de los accidentados (37 por ciento) opina que la causa del percance fue el azar, mientras que el 25.5 por ciento lo atribuye a la imprudencia, otro 25.3 por ciento al descuido y, con mucha menos incidencia, el 3.5 por ciento deficiencias en la construcción -por ejemplo acera en mal estado-, el 2.6 por ciento a la intervención fortuita de una segunda persona y el 0.3 por ciento a que no siguió las instrucciones de uso.
Respecto a la distribución por CCAA, La Rioja (4.5 por ciento) y el País Vasco (4.1 por ciento) fueron las que registraron más siniestralidad; mientras que Cantabria (3.8 por ciento) y Extremadura, Castilla La Mancha, Baleares y Canarias (3.9 por ciento) las que menos.
Los accidentes son la cuarta causa de muerte en los países de la UE, tras las enfermedades del corazón, cáncer y cardiovasculares. Tras los de tráfico y los laborales, los domésticos son los más numerosos.
