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Adolfo Sotelo: "La prosa de Cela de los 40 y 50 está entre las más importantes del XX"

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photo_camera Adolfo Sotelo Vázquez, con su libro.

El profesor Adolfo Sotelo, un estudioso de la obra de Camilo José Cela, plasmó en un libro los artículos que publicó en el diario La Región de Ourense en los que relata partes menos conocidas de la vida y la obra del Nobel de Literatura

El profesor Adolfo Sotelo, un estudioso de la obra de Camilo José Cela, plasmó en un libro los artículos que publicó en el diario La Región de Ourense en los que relata partes menos conocidas de la vida y la obra del Nobel de Literatura, basados en su mayor parte en colaboraciones del propio Cela en prensa, además de la correspondencia que el escritor cruzó con directores de periódico, editores, escritores y artistas de los años cuarenta y cincuenta del pasado siglo XX. El libro se presentará el martes 19 en la librería Couceiro de Santiago.

¿Por qué decidió plasmar en un libro estas colaboraciones?

Mis trabajos sobre Cela empezaron en ultimos años siglo XX. El punto de partida es una edición de "La familia de Pascual Duarte" del año 95.  Por tanto, llevo un cuarto de siglo dándole vueltas a la obra de Cela, a quién conocí por supuesto. En concreto este libro es un poco los capítulos sobrantes del relato que preparé para la exposición del centenario de Cela que se celebró en Madrid en 2016 y en la Cidade da Cultura de Santiago. Quise publicaros en La Región por dos razones, porque tanto mi padre como mi madre son ourensanos de A Pobra de Trives,  y otra porque la mayor parte de esos artículos tratan de algo que está demasiado silenciado como es la relación de Cela con la cultura gallega. Tanto en la relación con los escritores, muy buena por cierto con Celso Emilo Ferreiro, pero también con otros artistas.

¿Es un material que facilita el estudio de una época de Cela?

Si. Pero son como pequeñas viñetas, como pequeños cuadritos. El lector no tiene que cansarse mucho. Son relatos fragmentados en el que en cada uno de ellos existe una información concreta, como son el paso de Cela por Ourense o cómo tanteó el mundo del cine.

¿Son las décadas de los cuarenta y cincuenta la época de mayor creatividad de Cela?

Sí. Desde luego. Los años cuarenta son apabullantes. Para echarse las manos a la cabeza. La prosa de Cela en esos años está entre la más importante del siglo XX.  "La familia de Pacual Duarte", "Viaje a la Alcarria" o "La Colmena" son, seguro, cada una en su género, importantísimas  obras de la literatura de ese siglo.

¿Cuál es para usted su mejor novela?

"La Colmena". Ahora, si tuviese que elegir alguna novela más están "La familiade Pascual Duarte", una muy olvidada, “Mrs Caldwell habla con su hijo”, y "Mazurca para dos muertos", sobre la que publiqué mi primer trabajo sobre Cela en 1984, y por la que le dieron el Premio de la Crítica.

¿Con qué literatura disfrutaba más escribiendo, quizás con los viajes?

Yo diría que la literatura de viajes es un capítulo importante de su obra. Y el otro capítulo importantísimo es el término "Intrahistoria" inventado por Unamuno. El campesino anónimo o el viajero ambulante, por ejemplo. Personas que no tienen historia como pudieran ser un Urdangarin, un Sánchez o un Puigmemont. Ese mundo intrahistórico siempre le interesó mucho y está muy presente en su obra.

¿Era Cela un hombre del régimen franquista o se valió de él?

Lo segundo. Tres extraordinarios escritores gallegos y españoles como Alvaro Cunqueiro, Torrente Ballester o Camilo José Cela en su juventud coquetearon con el régimen. Cela se sirvió de él porque tuvo la suerte de caerle bien al hombre más poderoso en los medios de comunicación franquistas en los años 40 como era Juan Aparicio.

Sobre el vocabulario escatológico de Cela se ha escrito mucho. ¿Es un mito o le gustaba?

Cela a veces empleaba ese lenguaje escatológico. Pero esa es una vertiente también de su literatura como ocurre en "Mazurca para dos muertos" donde hay mucho sexo, pero es que el sexo forma parte de la vida como la corporalidad. Ese lenguaje en las entrevistas era para quedar bien y una manera de estar en la cresta de la ola. Era unprovocador y así conseguía salir en la prensa más que si hubiera escrito un buen libro de cuentos. Era su máscara.

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