¡Alto o disparo! (Una foto de rock...)

Creo que a día de hoy, nadie duda de que la fotografía, dentro de las artes plásticas, es una de las disciplinas que desde el punto de vista creativo son más potencialmente vanguardistas, eclécticas y que mayor capacidad poseen para reflejar, para plasmar y para mostrar la evolución, los cambios y la transformación de la sociedad, pero tal vez muy especialmente de la cultura, un elemento que siempre se revela como un factor de cambio clave en cualquier sociedad. Y en este sentido, nuestro protagonista de los “Papeles de Rock” de esta semana, uno de esos magos de la imagen, un maestro de la cámara recientemente fallecido del cual se pone en circulación un libro al que dedicaremos en esta página un entiendo que merecido tributo por cuanto sus imágenes están inevitablemente asociadas a la historia del rock, especialmente en los años 70 y 80: Mick Rock. Mick Rock, fotógrafo oficial de David Bowie y conocido como “el hombre que fotografió los años 70” desde el objetivo del mundo del rock, murió a los 72 años en el pasado otoño, más concretamente en noviembre de 2021. A modo de merecido homenaje, en estos días se pone en circulación un libro que recopila mucho de lo más conocido, original y creativo de toda su producción fotográfica. El título de este sensacional libro es “Shot! By Rock” y recoge una amplia, completísima y sumamente atractiva selección de las fotos que hizo a grandes nombres del rock a lo largo de toda su fructífera trayectoria. Un libro que nos muestra el talento de alguien que sabía hacer desde verdadera poesía con su cámara, como relato periodístico, como verdadera historia del rock capturada con la habilidad de un mago en un solo fotograma que nunca dejaba de ser un documento o si se prefiere, un testimonio gráfico, una imagen que reflejaba el espíritu, la idiosincrasia, la forma de vida del rock´n´roll, obviamente con la sutilidad que una fotografía puede ofrecer, pero con esa indefinible fuerza comunicativa que ha hecho en más de una ocasión válido aquel manoseado dicho de que “una imagen vale más que mil palabras”. Con otros fotógrafos, sin poner en entredicho ni mucho menos su capacidad profesional, ello no siempre ocurre. Aunque el campo de actuación de Mick Rock con su cámara fue muy amplio y llegó a la práctica totalidad de celebridades del rock del momento, quien atrajo más la luz de su objetivo, indudablemente fue David Bowie. De hecho, a su capacidad como fotógrafo, artista y diseñador debemos las portadas de discos como “Ziggy Stardust” o la contraportada de su álbum “Pin Ups” de 1973 al tiempo que dirigió videos para “Space Oddity”, “Life On Mars”, “Jean Genie” y “John, I’m Only Dancing”. El pianista Mike Garson, colaborador de Bowie durante muchísimos años, calificó a Mike Rock como “un profesioal de la fotografía único en su clase, con un ojo irrepetible para la estética y especialista en aprovechar los momentos adecuados... Mick le dio mucho a este planeta y adoraba a David”. Sharon Osborne, cuyo icónico esposo, ídolo de los seguidores del Heavy Metal Ozzy Osbourne también fue capturado por el objetivo de Mick Rock, al principio se sintió muy molesta por no gustarle el trabajo del fotógrafo, pero Ozzy más tarde, al conocerse la noticia de su muerte, fue de los que cuando se contó entre las celebridades del mundo del rock que estaba en el catálogo de negativos de nuestro protagonista, se sintió sumamente halagado. Mick Rock hizo fotos para carátulas icónicas de álbumes de artistas como Lou Reed (“Transformer”, “Coney Island Baby”), The Stooges (“Raw Power”), Ramones (“End Of The Century”), Joan Jett (“I Love Rock’n’Roll”) y el segundo trabajo de Queen, “Queen II”, una imagen que el grupo reutilizó para el video de su canción más celebrada, “Bohemian Rhapsody”, así como para su álbum “Sheer Heart Attack”. Mick Rock también trabajó para el cine, filmando fotogramas de producción para uno de los musicales de culto más emblemáticos de los años 70, “The Rocky Horror Picture Show”, que indudablemente ha quedado como unos de sus trabajo más destacados para el séptimo arte en aquellos años. Michael David Rock nació en 1948 en Hammersmith. Estudió lenguas medievales y modernas en la Universidad de Cambridge y fue noticia cuando fue arrestado por posesión de marihuana en la universidad. Se sabe que tomó una cámara por primera vez durante un viaje con ácido, aunque luego descubrió que no había película en ella. Muy típico de la época ¿no es cierto? No obstante, fue en Cambridge donde Rock comenzó a filmar la escena musical local, y se hizo amigo de Syd Barrett, para cuyo álbum debut en solitario, “The Madcap Laughs” de 1970, hizo todo el trabajo gráfico, así como del álbum homónimo del hermano menor de Mick Jagger, Chris. Conoció a Bowie en el backstage del Ayuntamiento de Birmingham en medio de la gira de “Ziggy Stardust”, cuando “el duque” aún era todavía un artista de culto relativamente minoritario, que quizá, o mejor, seguramente dejó de serlo cuando se publicó la famosa foto de Mick Rock en la que aparecía Bowie simulando sexo oral con la guitarra de Mick Ronson. “La toma de la felación de guitarra con Mick Ronson fue una imagen que se difundió mucho más de lo que yo esperaba, especialmente cuando llegó a Estados Unidos”, dijo Rock. “David hablaba de ser bisexual, se pintaba los labios y volvía loca a la gente. Mick no era gay y la foto no pretende sugerir que tuvieran algo, David solo estaba tratando de morder la guitarra de Mick. Por primera vez, la gente comenzó a preguntar: “¿Quién tomó esta foto?” Fue Bowie quien le presentó a Lou Reed y a Iggy Pop, lo que le conectó con la escena rock más amplia de los 70, incluidos Debbie Harry y Andy Warhol, a quienes una vez fotografió junto a Truman Capote vestido con un traje de Papá Noel. Reed fue quien le mostró el underground gay de New York a Mick Rock. “Estaba fascinado”, confesó el fotógrafo. “Estábamos molestando a la sociedad heterosexual y con ello, simplemente divirtiéndonos. Cuando llegué a Nueva York, ¡fue como si Sodoma y Gomorra se hubieran vuelto locas! Londres era provocador, pero nada como Nueva York”. A mediados de los 90, Rock dijo que estuvo a punto de morir después de dos décadas de abuso de sustancias al someterse a un bypass cardíaco cuádruple que, según dijo, fue pagado por los exmanagers de los Rolling Stones, Allen Klein y Andrew Loog Oldham. También recibió un trasplante de riñón con cargo a los mismos personajes, quienes le apreciaban muchísimo personalmente. Este excelente libro, “Shot! By Rock”, que se comercializa a través de la editorial Simon &amp; Schuster, se pone a la venta este verano de 2022. Se desconoce si alguna editorial adquirirá sus derechos para editarse en España, pero indudablemente será un éxito a nivel mundial. La fotografía entiende poco de idiomas, pero mucho de emociones. Ya lo verán.