Begoña Estévez Cerreda

El Múrice, Canailla, o Cañadilla, es un molusco gasterópodo, univalvo que pertenece a la familia de los Muricidae. Vive sobre piedras cubiertas de algas en aguas poco profundas de fondos arenoso-fangosos o detríticos, cerca de las rompientes. No suele encontrarse a profundidades mayores de 100 metros. De sus glándulas branquiales, los antiguos fenicios extraían el tinte púrpura que sirvió para teñir vestiduras de emperadores, reyes y sacerdotes, siendo muy apreciado en la antigüedad y valiendo más que el oro. Se necesitaban... ¡12.000 cañaillas! para obtener 1,4 gr del producto: “... Según la leyenda, el dios tirio Melkart (identificado con el dios griego Heracles, el Hércules de los romanos) paseaba con su amada, la ninfa Tyrus, por la orilla del mar cuando un perro que les acompañaba mordió un múrice y lo partió en dos, tiñéndose la boca de color púrpura. Tyrus quedó tan admirada por el bello color que dijo a Melkart que no le aceptaría como amante hasta que no le hubiera ofrecido un traje del mismo color. Melkart recogió entonces gran cantidad de estos moluscos y originó así la industria tiria del teñido...”.

Begoña Estévez en cierto modo es como la Cañadilla, silenciosa, discreta, y de aspecto muy elegante, en su establecimiento de pescadería en la Derrasa, todo irradia un colorido de pulcritud y limpieza que hace que su clientela se sienta cómoda y muy segura de que elige un muy fresco y siempre atractivo pescado, intuimos que manjar a extinguir.

Begoña que nació en A Coruña, es una emprendedora que en un momento determinado decidió llevar a la periférica Derrasa un imprescindible servicio de pescadería del que los habitantes de una zona muy poblada se sienten orgullosos y agradecidos. En espera de un prometido servicio de autobuses eficaz, a las personas mayores nos resulta muy molesto tener que coger el coche para simplemente comprar pescado del día, Begoña Estévez, al igual que la tienda,carnicería,panadería, han tenido la visión de ofrecer un muy buen servicio donde incluso han unido sus fuerzas para hacer una eficaz entrega a domicilio, todo un ejemplo de lo que necesitan los núcleos de población de una periferia cada vez más poblada por gente de todas las edades.

A Begoña Estévez, casada con Alberto y padres de Alba, le encanta la tortilla, no le gusta la coliflor, si el color rojo y el olor a lavanda, su libro preferido es La Historia Interminable y su película El diario de Noa, Un lugar para descansar, su casa y con los suyos, maniática del orden, alegre,humilde y positiva valora mucho el respeto y la buena educación.

Su sueño a realizar, visitar Finlandia y tener una autocaravana para poder ir donde le apetezca y sobre todo con los suyos.

A mí, Begoña me recuerda la leyenda que Molly Malone que fue una hermosa joven que vivió en Dublín allá por el siglo XVII. Era muy conocida por todo el mundo porque se dedicaba a vender pescado fresco con el resto de su familia. Molly recorría las calles de la ciudad empujando una carreta de dos ruedas cargada de pescado. Ella misma voceaba y animaba a la gente a comprar su marisco. Sea como fuere, Molly Malone sigue siendo tan conocida o incluso más que hace cuatro siglos. Una de las canciones irlandesas más populares se llama, precisamente, “Molly Malone” o “Cockles and Mussels” (berberechos y mejillones), y trata de la historia de esta joven tan querida por los dublineses. Hoy en día, la canción está considerada como un himno de Dublín, e incluso de toda Irlanda No hay nadie en el país que no reconozca esa canción que, incluso, ha aparecido en varias películas y ha sido interpretada por diferentes artistas.

A Begoña Estévez Cerreda, en la Derrasa aun no le hemos hecho una canción, pero a los que la conocemos, su dedicación amabilidad y alegría nos invita en el día a día a sentirnos optimistas y agradecidos por su siempre afable vecindad.

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