El portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, consideró 'un fiasco de planificación, un fiasco de previsión y un despilfarro del Gobierno gallego' la visita del Papa Benedicto XVI a Santiago de Compostela, el pasado sábado, y tachó de 'ingerencia intolerable en la vida civil' la advertencia del Sumo Pontífice sobre el laicismo en España. A las críticas de la planificación se unió también el PSdeG.
'La Iglesia no puede actuar como si tuviese patente de corso para imponer a la gente normas de conducta; el mayor o menos laicismo de la sociedad no lo decide ningún gobierno, lo deciden los propios ciudadanos', afirmó el líder de los nacionalistas, que indicó que 'felizmente' ni España ni Galicia son 'una teocracia' y la Iglesia 'no puede imponer nada'.
'Todo sistema de creencias, laico o religioso, merece idéntico respeto. La Iglesia debe ese respeto a los ciudadanos', prosiguió Vázquez, quien calificó de 'cínico' decir que el Estado español es hostil a esta institución, pues recibe del erario público 'más de 6.000 millones de euros al año'.
COMPARACIÓN IMPRUDENTE
Para el portavoz del BNG, comparar la situación actual con la de los años de la II República es 'verdaderamente imprudente', dado 'el triste papel que jugó en su tiempo la Iglesia católica, como uno de los pilares que sustentaron la dictadura franquista'. 'Todos recordamos como el dictador fue un dictador bajo palio', subrayó.
En cuanto al impacto de la visita, consideró que las expectativas creadas por el Gobierno gallego fueron 'desmesuradas' y se relacionaron con una recuperación económica. 'Al final destinaron más de 3 millones de euros para llenar a duras penas la Plaza del Obradoiro', afirmó y avanzó que los nacionalistas van a 'pedir cuentas' del 'mal uso' de los recursos públicos destinados a financiar el viaje.
'Este fiasco es una prueba de que el Gobierno gallego antepone su ideología reaccionaria a cualquier análisis mínimamente objetivo de la realidad', acusó, y dijo que la 'escasa asistencia' de gallegos 'a los fastos del Papa demuestra que la gente no aplaude que en tiempos de serios recortes de los servicios públicos esenciales se dediquen más de 3 millones a financiar la visita de un líder religioso'.
Asimismo, criticó la actitud 'servilista' del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. A juicio de Vázquez, este se comportó 'como un devoto ultramontano' y no como un responsable político de un Estado laico. 'Feijóo osciló en todo momento entre el Tea Party y el nacionalcatolicismo bajo palio', finalizó.
Por su parte, desde la Oficina del Peregrino se destacó que la visita del Papa a Santiago provocó un aumento en la afluencia de caminantes que llegan a la capital gallega, que son entre 300 y 400 al día en estas últimas jornadas.
'Todo sistema de creencias, laico o religioso, merece idéntico respeto. La Iglesia debe ese respeto a los ciudadanos', prosiguió Vázquez, quien calificó de 'cínico' decir que el Estado español es hostil a esta institución, pues recibe del erario público 'más de 6.000 millones de euros al año'.
COMPARACIÓN IMPRUDENTE
Para el portavoz del BNG, comparar la situación actual con la de los años de la II República es 'verdaderamente imprudente', dado 'el triste papel que jugó en su tiempo la Iglesia católica, como uno de los pilares que sustentaron la dictadura franquista'. 'Todos recordamos como el dictador fue un dictador bajo palio', subrayó.
En cuanto al impacto de la visita, consideró que las expectativas creadas por el Gobierno gallego fueron 'desmesuradas' y se relacionaron con una recuperación económica. 'Al final destinaron más de 3 millones de euros para llenar a duras penas la Plaza del Obradoiro', afirmó y avanzó que los nacionalistas van a 'pedir cuentas' del 'mal uso' de los recursos públicos destinados a financiar el viaje.
'Este fiasco es una prueba de que el Gobierno gallego antepone su ideología reaccionaria a cualquier análisis mínimamente objetivo de la realidad', acusó, y dijo que la 'escasa asistencia' de gallegos 'a los fastos del Papa demuestra que la gente no aplaude que en tiempos de serios recortes de los servicios públicos esenciales se dediquen más de 3 millones a financiar la visita de un líder religioso'.
Asimismo, criticó la actitud 'servilista' del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. A juicio de Vázquez, este se comportó 'como un devoto ultramontano' y no como un responsable político de un Estado laico. 'Feijóo osciló en todo momento entre el Tea Party y el nacionalcatolicismo bajo palio', finalizó.
Por su parte, desde la Oficina del Peregrino se destacó que la visita del Papa a Santiago provocó un aumento en la afluencia de caminantes que llegan a la capital gallega, que son entre 300 y 400 al día en estas últimas jornadas.
