Siete de cada 10 mujeres menopáusicas en España sufren sofocos y sudoraciones

Siete de cada diez mujeres españolas ven alterada su calidad de vida por los sofocos y sudoraciones, ya que estos son los síntomas más frecuentes en la menopausia.

Por este motivo, el día mundial de la menopausia, que se celebra hoy, va dirigido este año a estos procesos vasomotores bajo el lema '¿Calor?, ¿Bochorno?, ¿Sofocos? No lo sufras en silencio'.

Los sofocos se manifiestan como una repentina sensación de calor y ansiedad que se localiza especialmente en el cuello y la cara, acompañados de sudoración y palpitaciones.

Sin embargo, muchas mujeres se resignan a padecerlos cuando la adopción de determinados hábitos de vida saludables o tratamientos pueden ayudar a aliviarlos, ha dicho hoy Rafael Sánchez, presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia.

El doctor ha descrito que el sofoco, a veces acompañado de sudor, es la respuesta del cuerpo a la disminución de los niveles de estrógenos. 'Durante un sofoco, que suele durar entre 30 segundos y 5 minutos, el corazón late más rápido y se eleva la temperatura de la piel', ha relatado.

En general, este síntoma persiste durante más de un año en la mayoría de las mujeres, con una media de duración de aproximadamente cuatro años.

Puede producirse en cualquier momento del día o de la noche, de modo espontáneo o desencadenado por diversas situaciones cotidianas, como vergüenza, un cambio repentino de la temperatura ambiente, estrés, consumo de alcohol, cafeína o cualquier bebida caliente.

El presidente de la AEEM ha dicho que este trastorno puede interferir en las actividades laborales y cotidianas, así como en el sueño, con la consiguiente fatiga, pérdida de concentración y síntomas de depresión, todo lo cual puede dificultar la vida familiar, así como la actividad sexual y las relaciones de pareja.

Ha añadido que algunas mujeres se sienten enfermas y, por tanto, es conveniente que los especialistas tengan presente la importancia de que puedan continuar con su vida cotidiana durante el climaterio, de manera que se convierta en una etapa más de su vida y 'no en un periodo de transición con más inconvenientes que ventajas'.

Los especialistas señalan que a la hora de tratar el insomnio en la mujer menopáusica hay que diagnosticar primero cuál es su principal causa para establecer el tratamiento adecuado.

En el caso de ser motivado por los sofocos, el abordaje de los mismos mediante terapia hormonal es bastante efectivo y ayuda a mejorar la calidad del sueño.

Del mismo modo, otros factores como la irritabilidad, la depresión y la ansiedad, sintomatología climatérica frecuente, también pueden favorecer la aparición de dificultades para conciliar el sueño o, una vez conciliado, permanecer dormido.

Así, la calidad de vida de la mujer empeora y cada vez es mayor su demanda para recibir cuidados médicos y preservar su salud en esta etapa. 'Éste es un hecho que debe tenerse muy en cuenta, de forma que la mejora de la calidad de vida en la menopausia va ligada a la educación médica y a la atención sanitaria', ha matizado el experto.

En España, hay más de 22 millones de mujeres y, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), su esperanza de vida en España se sitúa en 82,9 años y se calcula que alcanzará 85,1 años en 2020.

Esta circunstancia, unida a los cambios socioculturales en la mujer de los últimos años, ha repercutido en modificaciones en la actitud de ellas ante la menopausia.

Sánchez ha comentado que su actitud es más positiva que hace unos años y es la propia mujer la que debe participar en las decisiones clínicas y de tratamiento que afectan a su persona.

Te puede interesar