El cardenal y arzobispo emérito de Barcelona Ricard Maria Carles falleció ayer a los 87 años de edad en el Hospital Verge de la Cinta de Tortosa (Tarragona), donde estaba ingresado por una sintomatología neurológica.
El cardenal, nacido en Valencia en 1926, era licenciado en Derecho Canónico por la Universidad Pontificia de Salamanca y fue ordenado sacerdote en 1951, antes de ser arcipreste de Tabernes de Valldigna (Valencia) en 1964, obispo de Tortosa en 1969 y Arzobispo de Barcelona entre 1990 y 2004.
Ricard Maria Carles ingresó en el hospital Verge de la Cinta de Tortosa el pasado 25 de noviembre en el Servicio de Neurología del Hospital de Tortosa Virgen de la Cinta por crisis epilépticas provocadas por un ictus. No pudo superar la enfermedad debido a su avanzada edad y a una lesión intracraneal que le causaron los síntomas neurológicos.
Ricard María Carles, además de obispo de Tortosa y cardenal de Barcelona, también fue, entre otros cargos, vicepresidente de la Conferencia Episcopal y miembro de la Prefectura para los Asuntos Económicos de la Santa Sede
El papa Francisco envió un telegrama de pésame al cardenal arzobispo de Barcelona Lluís Martínez Sistach, con motivo del fallecimientom, destacando a quien ejerció con diligente solicitud apostólica el ministerio episcopal, primero como obispo de Tortosa y después al frente de esa querida archidiócesis de Barcelona, entregándose constantemente al quehacer evangelizador con sabiduría y generosidad', señala el pontífice.
Ricard Maria Carles ingresó en el hospital Verge de la Cinta de Tortosa el pasado 25 de noviembre en el Servicio de Neurología del Hospital de Tortosa Virgen de la Cinta por crisis epilépticas provocadas por un ictus. No pudo superar la enfermedad debido a su avanzada edad y a una lesión intracraneal que le causaron los síntomas neurológicos.
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El papa Francisco envió un telegrama de pésame al cardenal arzobispo de Barcelona Lluís Martínez Sistach, con motivo del fallecimientom, destacando a quien ejerció con diligente solicitud apostólica el ministerio episcopal, primero como obispo de Tortosa y después al frente de esa querida archidiócesis de Barcelona, entregándose constantemente al quehacer evangelizador con sabiduría y generosidad', señala el pontífice.
