Los compradores que se acercaron a las tiendas sólo pudieron llevarse un ticket justificante de pago.
Ocho minutos en Berlín, 30 en Holanda, una hora en Bélgica y colapso en España. La ingente demanda de entradas para ver a los Rolling Stones el 25 de junio en Madrid, provocó ayer el bloqueo de la venta por internet y un reguero de quejas en redes sociales de los usuarios de la web que las vende.
Si en otras paradas europeas de su gira "14 On Fire Tour" las localidades se agotaron rápidamente, en España la avalancha de peticiones fue tal que el sistema informático falló durante casi toda la mañana.
"Imposible procesar tu petición (superado el número de máximo de usuarios en cola)", o "lamentablemente el sistema no puede procesar su petición" son algunos de los mensajes con los que se encontraban los interesados en adquirir alguna de las 54.000 entradas del Bernabéu, con precios que oscilaban entre los 85 y los 225 euros.
Parte de las quejas incidían en que muchas páginas de reventa estuvieran anunciando la disponibilidad de entradas sin problemas, a precios superiores, al mismo tiempo que el acceso al canal oficial era imposible. Desde la promotora Doctor Music recordaban que la reventa en España es "ilegal" y adviertieron de que muchas de esas páginas suelen vender localidades antes de disponer de ellas.
Más pacientes fueron los que optaron por acudir a los puntos de venta físicos -Fnac, Carrefour o Halcón Viajes-. En algunos de ellos, como en la Fnac de Callao, las colas fueron kilométricas.
La última gira de Mick Jagger y compañía, "A Bigger Bang", recaló en cuatro ciudades españolas -Madrid, Barcelona, San Sebastián y El Ejido- en verano de 2007, y no se agotaron las localidades, aunque en total se vendieron más de 150.000. Está por ver si el eterno eslogan de "podría ser la última vez" que se repite en las últimas giras de los Rolling Stone sigue funcionando y la banda de Jagger y Richards es capaz de llenar el estadio madrileño.
Mientras, los Rolling Stones se disculparon a través de su cuenta oficial de Twitter por el colapso ocurrido en las páginas en las que se pusieron a la venta las entradas.
La banda británica pidió "disculpas para todas aquellas personas que no han sido capaces de conseguir su ticket para el concierto".
