Javier Rodríguez consideró que "no hace falta un máster" para ponerse el traje que aisla del virus
Los portavoces de Sanidad de todos los grupos parlamentarios y las asociaciones profesionales de enfermeras reprocharon ayer al consejero de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez, sus declaraciones sobre si Teresa Romero, la auxiliar de enfermería, contagiada de ébola, había mentido sobre su estado de salud.
Rodríguez expresó el miércoles sus dudas de que la enfermera no hubiera alcanzado los 38,6 grados de fiebre en los días previos a su hospitalización, temperatura a partir de la cual debería informar a las autoridades sanitarias. "A raíz de los resultados nos pudo estar mintiendo, pero lo pongo yo de mi cosecha", agregó Rodríguez, quien ayer calificó de "poco afortunada" esa expresión, aunque se ratificó en que la enferma ocultó información.
Además, en la jornada de ayer volvió a insistir en la culpabilidad de la enfermera señalando que para explicarle a uno "cómo se tiene que quitar y poner un traje no hace falta un máster", tras ser preguntado por si considera si el tiempo que se está dedicando a la formación de los profesionales sanitarios para atender a pacientes de ébola es suficiente.
Aún así, Rodríguez comentó que, si tiene que dimitir, lo haría porque no tiene él "llegó comido" al cargo y tiene la vida "resuelta".
Indignación general
Tras estas declaraciones, los portavoces parlamentarios -incluido el del PP, partido que gobierna en la Comunidad de Madrid- trasladaron a la ministra de Sanidad, Ana Mato, su malestar por estas especulaciones.
El portavoz de Sanidad del Grupo Popular en el Congreso, Rubén Moreno, reconoció que "hay manifestaciones que no son apropiadas, y menos en este caso".
Asimismo, el presidente del Consejo General de la Enfermería, Máximo González Jurado, comentó que el consejero "ha debido tener un problema serio de salud mental" porque, si no, "son imposibles de entender" sus afirmaciones. A su juicio, Rodríguez quedó "desautorizado e inhabilitado" para ejercer su cargo, por lo que debería dimitir.
A esta petición se han sumado sindicatos como CCOO, UGT, SATSE, SAE así como IU, y organizaciones de consumidores como Facua, que también exigieron al consejero que pida disculpas y han convocado protestas a las puertas de los hospitales.
Por otra parte, responsables de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denunciaron que Teresa Romero pudo ser coaccionada en la declaración sobre cómo se contagió, supuestamente, al tocarse la cara con unos guantes cuando se quitaba el traje protector con el que había atendido al misionero García Viejo.
