Consejos sobre los accidentes estivales en las piscinas

La Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) advirtió ayer de que año tras año se siguen produciendo accidentes y, en ocasiones, fallecimientos en piscinas públicas y privadas, 'a pesar de que la solución está al alcance de la mano'. Esta organización hizo hincapié en la seguridad infantil y recordó que hay que supervisar a los niños, no dejarlos nunca solos e impedir que jueguen a darse empujones o a correr alrededor de la piscina.
Si no saben nadar, los pequeños deben llevar puesto un dispositivo (flotador, manguitos, etc) adaptado a su edad y que cumpla con los requisitos de la Unión Europea. Así, los flotadores deben de contar con una válvula antirretorno cuyo tapón no pueda separarse fácilmente y no deben incluir piezas pequeñas. Además, las instrucciones deben estar en castellano, con las advertencias correspondientes, y es preferible que el artículo no contenga PVC. La CECU consideró 'fundamental' que el pavimento alrededor de las piscinas no sea deslizante, para evitar caídas y heridas. Comprobar la profundidad de la piscina antes de introducirse en el agua y observar si hay otros usuarios cerca para no caer sobre ellos es otro de los consejos.

La organización recordó que está prohibida la existencia de palancas de salto, deslizadores y trampolines en todas las piscinas que no estén dedicadas a competición o destinadas a ese uso concreto. En las piscinas particulares, es recomendable poner una valla o algún sistema que impida que los niños accedan a ella si no están acompañados. Según un estudio de la Asociación Europea de Consumidores para la Normalización, la barandilla más eficaz es la de 120 centímetros de altura con cierto ángulo de inclinación hacia el niño.

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