Corazones rotos en el Fillmore de Frisco: la obra definitiva de Tom Petty en directo

Tom Petty, del que se edita ahora el box “Live At The Fillmore 1997”, durante un concierto.
photo_camera Tom Petty, del que se edita ahora el box “Live At The Fillmore 1997”, durante un concierto.
“Live At The Fillmore 1997” es uno de los álbumes en vivo más limpios y mejor mezclados que he escuchado en mucho tiempo

Aunque da la impresión que la muerte de Tom Petty ocurrió más recientemente, lo cierto es que han pasado ya cinco años, tiempo más que suficiente, sobre todo para la industria del disco, de abrir los archivos y empezar a sacar material para los coleccionistas, en especial en estas semanas previas a la navidad. Hasta ahora, tan solo algún lanzamiento póstumo de algún recopilatorio y rarezas se había puesto en circulación, amén de ‘The Live Anthology’ de 2009, lo cual daba la impresión de que no quedaba mucho por explorar. Este espectacular nuevo box set, ‘Live At The Fillmore 1997’, compuesto por seis sensacionales discos en directo, demuestra que estábamos equivocados.

Este trabajo recopila 58 temas seleccionados entre los 20 conciertos que Tom Petty & The Heartbreakers ofrecieron en el legendario Fillmore de San Francisco hace 25 años. Un documento excepcional que recupera a la banda en uno de los momentos álgidos de su carrera y que justifica plenamente la razón por las cual llegaron a obtener el status de grupo de culto para sus fans y para la mayor parte de la prensa musical. Ello en sí mismo no es una novedad; anteriores entregas en directo así lo atestiguaban ya. Lo que sí es una novedad tan atractiva como sorprendente es el que ahora apreciamos de nuevo esa magia y esa esencia genuinamente rockera tan especial a través no solo de sus temas, sino de una ingente cantidad de versiones de muchos de los grupos que forjaron sus influencias fundamentales y más arraigadas en su bagaje musical. Incluso hay una versión instrumental del tema de la película de James Bond, ‘Goldfinger’ y de hecho, ya esta pauta va a quedar claramente marcada con la primera canción del box-set: “Around And Around” de Chuck Berry.

Cuando después la banda se lanza a una furiosa versión de “Lucille” de Little Richard, así como de “Rip It Up” en otro disco y repite homenaje a Berry con “Bye, Bye Johnny”, queda claro claro que la edad de oro del rock and roll nunca dejó de ocupar un lugar privilegiado en la música de Petty y sus secuaces. La incorporación a ese bagaje de los sonidos de la “British Invasion” sería una parte esencial del sonido que crearían Tom Petty & The Heartbreakers, y la conexión se establece a través de las versiones de “It’s All Over Now” y “(I Can’t Get No) Satisfaction” de los Rolling Stones - ¿se imaginan que hubiera estado en el escenario con ellos Keith Richards? – y de “You Really Got Me” de The Kinks entre otras, aunque sean éstas en las que al grupo se le ve más fuerte, con más energía y destilando puro espíritu rock’n’roll.

Si al cóctel agregamos la pincelada folk de “Knockin’On Heaven’s Door” de Bob Dylan y “Call Me The Breeze” de Lynyrd Skynyrd, aunque en esta versión se muestran más fieles a la adaptación que hizo J.J.Cale, otro elemento clave en sus influencias hace acto de presencia y completa el menú: el southern rock.

Las cosas se ponen aún más interesantes cuando Petty trae invitados al escenario tales como el líder de The Byrds, Roger McGuinn, quien se une a la banda para algunas canciones, incluida una excelente versión de “Eight Miles High” y John Lee Hooker, que se marca con ellos una fabulosa versión de “Boogie Chillen”. Intercalado entre estos dos invitados estelares, no quiero obviar uno de los momentos mejores para mí de todo este recopilatorio, el momento en el que adquiere el protagonismo fundamental el teclista Benmont Tench con su maravillosa versión de “Green Onions” de Booker T &The Memphis Group, tema que siempre defenderé que es uno de los instrumentales más vibrantes, inspirados y brillantes de la historia del rock. En otros momentos, Petty empareja “You Are My Sunshine” (“una canción que aprendí en un campamento de verano”) con “Ain’t No Sunshine” de Bill Withers y toma un descanso vocal para atacar un instrumental como “Slaughter On Tenth Avenue” de Ventures y antes de “Diddy Wah Diddy”, declarar que un talento como Bo Diddley, fue “un hombre que debería haber sido elegido presidente de Estados Unidos”.

Aunque las versiones son indudablemente lo más interesante de estos conciertos del Fillmore, esta colección no es solamente un tributo a los maestros que les marcaron el camino, sino que por supuesto muchos temas propios, aunque pasados por otro tamiz, nos ofrecen igualmente momentos sumamente intensos y que se disfrutan a cada escucha.

¿Ejemplos? El demoledor “Heartbreakers Beach Party” es sin lugar a duda uno de los puntos álgidos del set. Se siente la química personal y musical entre los miembros del grupo y se percibe el buen rollo, la diversión que hay en ese escenario. En la otra mano, y desde una perspectiva musical más introspectiva sus versiones de “Even The Losers” y “Angel Dream” revelan capas ocultas de emoción, una belleza oscura pero densa quizá nunca antes vista en su estado original. Algo similar sucede con los grandes e inevitables clásicos y tal vez el mejor ejemplo lo encontremos en el celebérrimo “I Won´t Back Down”, en cierta manera ralentizado, como si Tom Petty quisiera en cierto modo alejarlo de la atmósfera musical en la que la banda se desenvolvía por aquel entonces. Sin embargo, nada de eso sucede con “Free Falling”.

Uno de los factores que más ayuda a que este lanzamiento signifique un auténtico suceso en la industria del disco y el mercado del rock es el hecho incontestable de que ‘Live At The Fillmore 1997’ sea uno de los álbumes en vivo más limpios y mejor mezclados que he escuchado en muchísimo tiempo. El escenario, la atmósfera, el ambiente que se transmite a nivel sonoro es inmersivo y preciso. Al escucharlo, si cierran los ojos, están tres filas atrás, dos cervezas adentro y viendo una de las bandas más admiradas en la historia del rock.

Hay un vértigo, un nervio, un groove muy especial en estas grabaciones, que son en todo momento una instantánea sonora de una época en la que Tom Petty & The Heartbreakers estaban haciendo música increíble con artistas a los que admiraban frente a unas audiencias agradecidas y receptivas. ‘Live At The Fillmore 1997’ celebra no solo a Tom Petty & The Heartbreakers, sino al rock and roll mismo. Y no siempre tenemos la fortuna de encontrar un disco en directo que satisfaga esa siempre omnipresente ambición.

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