Encuesta elaborada por la empresa Pikolín

¿Cuál es la siesta ideal?

La vida es sueño
¿Sabías que en EEUU han decidido celebrar, el 21 de marzo, el Día Nacional de la Siesta en el Trabajo? Y es que, que nos entre sueño aproximadamente una hora después de comer no es puro vicio, ni siquiera desenfreno provocado por una comilona o un buen vaso de tinto, sino que hay una predisposición natural en nuestro ritmo circadiano (el que rige los sueños) para dormir a media tarde
Según una encuesta elaborada por la empresa Pikolín, sólo uno de cada 10 españoles adultos duerme la siesta con asiduidad. Quienes más la practican son los extremeños, seguidos de valencianos, mallorquines, canarios, andaluces (sí, a pesar de nuestra fama estamos en cuarto lugar), madrileños y aragoneses.

Aunque todos los especialistas consultados para realizar este reportaje no han dejado de alabar el 'deporte nacional', lo cierto es que tampoco pasa nada por no practicarlo. Según el doctor Campbell, catedrático de Psicología de la Universidad de Cornell (EEUU), 'de igual forma que hay personas que necesitan muchas horas de sueño y otras que precisan pocas, hay gente a quien le resulta más fácil sestear'.

La vida es sueño

Los seres humanos organizamos nuestro tiempo de vida en ciclos de 24 horas (ritmo circadiano). Nuestros sueños tienen tres fases: la superficial, la de sueño profundo y el sueño REM. Hay experimentos que han demostrado que los sujetos despertados durante la fase de sueño REM se mostraban irritables y con dificultades de concentración.

Aunque las personas son adaptables respecto a la cantidad de sueño que necesitan, no pueden funcionar sin dormir durante un periodo de tiempo ilimitado. Además, el descanso, por sí solo, no puede contrarrestar la falta de sueño: seres humanos privados de dormir durante cinco días muestran temblor en las manos, doble visión, párpados caídos y un descenso del umbral de dolor y de atención. También aumenta la confusión, la desorientación y la irritabilidad. Eso sí; la personalidad, aun con falta de sueño, suele permanecer intacta.

Parece ser que, aunque sea políticamente incorrecto, la siesta se 'hace' más que se 'duerme'. Eso de practicarla 'con pijama y orinal' como decía nuestro siestero más internacional, el premio Nobel Camilo José Cela, no es del todo recomendable porque a esta hora del día se trata más de descansar que de soñar a pierna suelta, ¡para eso ya tenemos todas las noches!

El descanso vespertino ideal sería:

-Una hora después de comer.

-En un lugar donde estés relajado pero no totalmente tumbado.

-Con las luces tenues, no completamente a oscuras.

-Un sueño de menos de 30 minutos.

-Al despertar, no iniciar una actividad febril.

Trucos para disfrutarla:

-Poner música relajante.

-Cubrirse los pies con unos calcetines finitos de algodón (si no hace mucho calor).

-A veces, la televisión bajita, como ruido de fondo, puede ayudar.

Dormir acompañados

-Hacer el amor ayuda a conciliar el sueño porque, tras el coito (sobre todo si hay orgasmo) nuestros músculos y mente se quedan más relajados. Según el 60% de los españoles, la siesta veraniega es el mejor momento para practicar el sexo con sus parejas.

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