En el Día Internacional contra el Maltrato Infantil, se escuchó ayer el dolor de los menores que sufren la violencia de sus padres, de las parejas de sus padres, de sus compañeros, de sus propios novios...

'Cuando me pegan, cierro los ojos'

La fundación ANAR hizo públicas ayer cinco llamas recibidas el pasado año, en un grito de la sociedad contra el maltrato de cuaqluier tipo.
En la primera de ellas, un niño de 13 años, fue atendido por un psicólogo, que le consiguió arrancar que era víctima de maltrato físico. 'Cuando me pegan cierro los ojos y el dolor se va. Cuando sea mayor me voy a vengar...', comentó el chaval.

Otro chico de 15 años confesó al especialista que le atendía a través del otro lado del hilo telefónico que hace más de diez años que no se reía en casa. 'Me dicen que qué voy a hacer por ahí si nadie me quiere en el mundo y que, por lo menos, ellos me dan techo, agua y luz..Tengo los huesos débiles de tantos golpes... al menos, me dejan comer. Estoy harto, no he tenido infancia, ni adolescencia, ni nada', se lamentaba.

El tercer testimonio presentado ayer como ejemplo del sufrimiento de estos menores es el de una chica de 16, a quien le jugó una muy mala pasada la práctica conocida como sexting, el envío de mensajes o fotos subidas de tono a través del móvil. 'Cometí el error -admitía- de enviar una foto mía desnuda a mi novio. Lo hice porque no paraba de insistir y, claro, yo no quería perderle. Ahora que ya no estoy con él, ha mandado esta foto por whatsapp a los chicos de mi clase... Ir al instituto es ir al infierno, quiero desaparecer...'.

Hay otros tipos de violencia, como la del abuso sexual, situaciones tan duras como las de una niña de nueve años cuya hermana mayor llamó a la fundación. 'Mi hermana pequeña duerme con un palo, tiene miedo de que aparezca mi padre en cualquier momento'.

La última y quinta llamada de entre las más de 300.000 que recibió la fundación el año pasado fue la de una chica de 17 años. Con esa edad ya había sido víctima por violencia de genero. 'He pasado toda la noche sin dormir, no quiero seguir así..Estoy embarazada de tres meses. Hace un mes, tras una bronca, él me encerró en su casa sin dejarme salir, me subió por las escaleras arrastrándome. He querido dejarle, pero él me amenaza con matar a toda mi familia. No sé que hacer, ¿esto es un maltrato?', se preguntaba. Del tipo de esta última llamada se registraron en la fundación 122 el pasado año, menores víctimas de la violencia de sus parejas o exparejas.

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