Editora y galerista

Elena Ochoa: ‘Todo trabajo hecho con pasión es incómodo’

Imagen de archivo de Elena Ochoa.
Elena Ochoa acaba de regresar de Asturias, donde estuvo acompañando a su marido Norman Foster en la entrega del Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2009. Un viaje relámpago en el que tras la ceremonia el arquitecto británico se dirigió a Pekín y la editora ourensana a Madrid.
En la capital de España dirige la editorial Ivorypress Art+Books, un espacio multicultural en el que además de libros, el visitante puede encontrarse presentaciones, conciertos o exposiciones, que no se pueden ver en museos o en otras galerías. En la actualidad expone por primera vez en España la artista israelí Michal Rovner con su obra ‘Frequency’.

Se expone en estos días en su galería la obra de Michal Rovner, una artista que es la primera vez que presenta su obra en España. ¿Qué acogida está teniendo por parte del público?

Michal Rovner es una de las artistas más innovadoras en las artes visuales hoy en día, y hasta ahora prácticamente desconocida para la mayoría del público en nuestro país. Sin embargo la respuesta está siendo extraordinaria con un buen ritmo diario de visitas, creciente semana a semana pues imagino que los visitantes no quedan indiferentes y recomiendan venir a Ivorypress Art+Books, a ver Frequency.

Su obra es difícil de encuadrar dentro de los estilos convencionales. ¿Cómo la definiría usted?

Michal Rovner, israelí, vive entre Tel Aviv y Nueva York, fue fotógrafa, asistente de Robert Frank durante años, fundó la escuela Camera Obscura en Tel Aviv y se dedicó a la enseñanza y al entrenamiento de futuros fotógrafos. Pero más tarde exploró otras formas de creación, desde el lienzo a la escultura, pasando por el vídeo Es una gran creadora que no respeta las barreras del material para explorar nuevas creaciones, trabaja con piedras milenarias sobre las que proyecta imágenes, conoce bien los distintos materiales y el efecto que la luz puede provocar sobre ellos. Rovner explora y maneja la realidad y le da forma con su visión de la naturaleza, de la luz, del ser humano. Si se hojea su catálogo ‘Frequency’, publicado por Ivorypress para esta exposición, el lector observará la enorme habilidad y espíritu creativo de esta mujer que ya ha pasado a la historia del arte contemporáneo con una impronta profunda. Yo la descubrí en su retrospectiva en el Whitney Museum de Nueva York en 2002 y me impactó su dominio del espacio. Pero fue en 2003 después de ver su trabajo para el pabellón israelí en la Bienal de Venecia, cuando comencé a seguir su trabajo de cerca, comencé a adquirir algunos de sus trabajos y la visité en su estudio en Nueva York. Lo demás es ya historia, la colaboración con la galería PaceWildenstein de Nueva York, hasta llegar a realizar esta exposición con Rovner.

¿Cuáles son los criterios por los que elige a los artistas para exponer en Ivorypress?

Primero que me gusten, que admire su trabajo durante años y que crea profundamente en su creación. Jóvenes o no tan jóvenes, establecidos o no, ese no es el criterio. Fundamentalmente me fijo en artistas que entren dentro de la línea editorial de Ivorypress por su talento, por su coherencia artística y porque me impacte, me emocione o me incomode su trabajo. Así que el criterio como verá es muy personal... También tenemos en cuenta que dichos artistas no estén representados por galerías españolas y que no hayan tenido exposición importante en los últimos años.

Ivorypress no es una galería de arte convencional. ¿Cómo describiría este espacio y cuáles fueron sus objetivos al ponerlo en marcha?

Ivorypress es una editorial. Una editorial global y muy específica al mismo tiempo. Una editorial con un proyecto definido de compromiso social y con el arte contemporáneo. Así que el espacio en Madrid en nuestra sede de Comandante Zorita es parte de ese proyecto en forma de librería, un programa de actos culturales, presentaciones de libros, conciertos, perfomances y exposiciones, y que no se realizan habitualmente en museos u otras galerías; acciones todas que están intrínsecamente ligadas al espíritu de Ivorypress que combina de todas las maneras posibles el arte y los libros. Mis objetivos son ambiciosos y abiertos. Pero prefiero hablar de hechos y de lo que en menos de un año hemos logrado en el espacio de Ivorypress Art+Books, ya punto de referencia en todas las guías internacionales importantes.

En el mes de septiembre tuvo lugar la exposición ‘Drawings 1958-2008’ de Norman Foster. ¿Ha sido esta exposición más fácil de organizar que otras?

La exposición con los dibujos de Norman Foster tuvo un excelente comisario, el profesor Luís Fernández Galiano. Le debería preguntar a él. Creo que no estaría de acuerdo con su pregunta.

Psicóloga, escritora, periodista... es difícil encasillarla. ¿En qué faceta se encuentra más cómoda?

Soy editora desde 1996, es decir desde hace 13 años. Mi trabajo es duro pero apasionante. No es una cuestión de encon trarse cómoda o no. Todo trabajo hecho con dedicación y pasión es incómodo.

¿Cuáles son los próximos proyectos sobre los que está trabajando?

Un libro de artista que verá la luz en varios meses, y una serie de libros cuyos dos primeros, con Gerhard Richter y Richard Long como protagonistas, salen antes de Navidades, pensados y realizados con y por los mismos artistas y con un precio inferior a veinte euros.

Usted ha vivido casi toda su vida fuera de Galicia, en varios países europeos, en EE.UU. y ahora entre Madrid y Londres. ¿Ha llegado el momento de echar raíces?

Tengo raíces en cada ciudad en la que vivo. Y como he vivido y vivo en muchas, puedo decir que soy muy, muy afortunada por este espíritu nómada que ha dominado mi vida.

¿Le queda tiempo para viajar hasta Galicia? ¿Con qué frecuencia se desplaza a Ourense?

No voy a Galicia a menudo, quizá dos veces al año, pero mantengo de una forma u otra mi relación con la tierra a través de mis amigos.

¿Qué aporta la identidad gallega al modo de relacionarse y ver el mundo?

Ser gallego es tener un ADN muy específico: adaptación muy rápida a los avatares difíciles, ética de trabajo sin descanso, perdonar pero nunca olvidar... Pasito corto, mirada larga y dientes de lobo, como me decía mi padre, debía mirar a la vida, mi padre era un gallego de pura cepa cuya presencia va conmigo cada día desde que me levanto.

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