España fue el país de la UE que más productos peligrosos detectó en el 2011

España fue el país de la Unión Europea que más productos peligrosos no alimentarios detectó en 2011, dentro del sistema comunitario de alerta rápida (RAPEX), según un informe presentado hoy por la Comisión Europea.

Un total de 1.803 notificaciones de productos no alimentarios peligrosos para el consumidor se emitieron en el pasado ejercicio, 441 menos que el año anterior.

De ellas, 189 fueron emitidas por España, 43 más que en el 2010, seguida de cerca por Bulgaria (162), Hungría (155), Alemania (130) y Reino Unido (105).

En porcentajes, las cifras se traducen en un 12 % de notificaciones españolas, un 10 % de búlgaras y húngaras, un 8 % de alemanas y un 7 % de inglesas.

El comisario europeo de Salud y Consumo, John Dalli, precisó que el gran volumen de notificaciones españolas se debe principalmente a que 'los productos pasan por España antes de ingresar en otros países de la UE y es allí donde se detectan'.

Dalli describió a España como un miembro 'muy activo' del RAPEX y explicó que las acciones que toma son después trasladadas al resto de países de la UE.

El origen de los productos, en su gran mayoría, es China, quien mantiene el liderazgo desde 2004, año en el que empezó a funcionar el RAPEX. Un total de 839 productos, un 54 %, venían del país asiático mientras que en la misma UE solo fueron producidos 288, un 16 %.

En relación con el protagonismo de la potencia asiática por excelencia, el comisario europeo señaló que la colaboración con las autoridades de Pekín es cada vez mayor.

'Hemos conseguido establecer controles en las cadenas de producción chinas y reducir así su aportación de productos peligrosos al computo global', aseguró Dalli.

Los productos más bloqueados fueron ropa y artículos de moda (27 %), juguetes (21 %) y vehículos a motor (11 %).

Los peligros que motivaron las notificaciones fueron el daño físico del producto (26 %), el peligro en el compuesto químico (19 %) y el peligro de estrangulamiento (15 %).

Dalli aprovechó la ocasión para destacar el compromiso de la Comisión Europea con la creación de un sistema de vigilancia sin fallas que proteja a los consumidores y también a las empresas que invierten en hacer sus productos más seguros.

El comisario llamó a todos los países comunitarios a implicarse más para poder responder a los grandes retos que plantea la cada vez más global cadena de distribución.

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