Especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora

“En estética, los políticos gallegos necesitan dormir más y comer menos'

Javier Cerqueiro Mosquera, especialista en Cirugía Plástica, en su clínica de A Coruña
Nació en la antigua capital alemana, donde su padre trabajaba como pediatra en la Universität Kinder Klinik. Con un padre médico y una madre enfermera, el pequeño Javier se familiarizó pronto con una profesión que también acabaría siendo la suya, aunque encaminada hacia una especialidad que lo llevó de vuelta a varios hospitales de Alemania y después al Reino Unido, antes de asentarse en A Coruña.
A diferencia de lo que sucedía hasta hace unos años, ¿por qué se han popularizado las operaciones de cirugía estética?

Porque se han divulgado, con mucha información sobre los tratamientos, y el tema estético se ha aceptado como algo mucho más importante que antes.

Ese tipo de operaciones han llegado a convertirse en espectáculo televisivo. Usted mismo intervino quirúrgicamente a participantes de un programa de Antena 3 ('Cambio radical'). Algunos críticos acusaron al espacio de frivolizar con la Medicina.

Cuando fui seleccionado en el grupo de cirujanos españoles nuestra actitud fue de extremar la vigilancia hacia lo que nos ofrecían. Teníamos la experiencia de colegas estadounidenses que yo conocía personalmente y ellos también lo habían analizado desde el punto de vista ético. Me pareció un ejercicio de periodismo serio en el que la dirección del programa iba a respetar al máximo nuestros condicionantes, para darle al paciente la máxima seguridad.



Ese tipo de programas habrán hecho aumentar las operaciones.



Influyeron, sí. El tipo de tratamientos que hicimos, mostrados de forma seria y profesional, hizo perder el miedo mítico de muchas personas hacia el procedimiento quirúrgico y verlo como una opción viable.



¿Hay límites para realizar una operación? ¿Cuándo dice que no a una intervención?



No hay protocolos nítidos para las intervenciones, si criterios generales, según los cuales muchas veces tenemos que decir que no. ¿Los límites? A la consulta llegan candidatos a los que hay que decirles que el procedimiento que piden no es el adecuado, desde un volumen excesivo de pechos a la liposucción para un abdomen flácido. A veces el paciente quiere algo que no se puede conseguir o no le es apropiado. Entonces les digo que no puedo hacerle eso, no se lo aconsejo.



¿Cuánto complejo se esconde detrás de una petición para operarse?



Hay mucho de drama y de sufrimiento (entre comillas, porque también esto puede ser relativo), en torno a un problema estético , que hace que el paciente viva bloqueado por cuestiones estéticas que no son triviales. Para ellos la operación supone un gran alivio, abandonar el bloqueo que tenía antes.



Pero hay una gran diferencia entre los que viven con un problema estético y los que se operan por seguir una tendencia social.



Efectivamente, hay un tipo de cliente que está condicionado por modas, que no sufre un complejo, que suele nacer en la infancia, o no obedece a un verdadero problema estético. Para ellos la estética es un ejercicio más de consumo.



¿Hay maníacos de la cirugía, que frecuentan la consulta para
hacerse retoques?




Puede surgir la adición cuando el paciente ha solucionado un problema estético que tenía. A partir de esa experiencia previa, puede querer repetir y obsesionarse, buscando nuevas soluciones casi de forma compulsiva. Ahí nosotros pasamos a hacer un poco de sicólogos, tratando de ahondar en los motivos y, según los casos, de hacerles ver que cambiar de forma física no es la solución para una felicidad. Si solo pretenden hacerse arreglos estéticos de forma repetitiva sin cambiar de vida y no pasar página creo que nuestro papel empieza a ser manifiestamente ineficaz. Yo no lo vivo como una satisfacción.



Sin embargo, los adictos a la cirugía existen porque alguien los acaba operando ¿Qué hace usted?



Si ellos me convencen de que realmente esa nueva operación les es importante y que son personas estables pido la recomendación de un sicólogo. Si todo es favorable, puedo acceder, pero siempre hay un análisis antes de seguir, y a veces queda de manifiesto que va a ser la última operación.



¿Cuál es el límite de operaciones que le ha hecho a una misma persona?



Cinco o seis. Hay pacientes que viven desequilibrios estéticos, que tienen una visión artística de su propia imagen, que están muy atentos a los detalles y son exigentes hasta el límite. La estética la viven casi como un defecto obsesivo, buscan la perfección y encuentran defectos en cada rincón, en la forma de sus orejas, de los párpados, las caderas, de su barriga. Es un grupo de pacientes muy concreto, que son muy perfeccionistas y exigente consigo mismo y con su entorno.



Y que tienen dinero.



Si, claro, que puede asumir el coste de los tratamientos. Y luego hay otro tipo de paciente que ha vivido en un cuerpo al que ha dado un énfasis especial, a su belleza y a su juventud. Ese me inspira especial ternura, porque su entorno lo ha apreciado sobre todo por su estética, que va perdiendo poco a poco por envejecimiento, embarazos, y han abierto una herida en su propia autoestima que la única manera que tienen de curarla es hacerse arreglos. Esto se da mucho en la mujer, pero también en los hombres.



Los políticos también se operan, el ejemplo extremo es Berlusconi, con 75 años ¿Cuándo cree que va a parar?



Berlusconi es una persona que persigue una imagen estética de sus años mozos, busca permanecer terso y competitivo, con el estándar que se fijó con veinte, treinta años. No tolera verse deteriorado físicamente por la vejez, le exige mucho a su presencia física, que condiciona su seguridad personal, y como está constantemente en los medios esa exigencia se acrecienta mucho más.



¿Zapatero se ha hecho algo?



Es posible que se haya inyectado bótox y algo de relleno, pero muy leve, que es lo que solicitan las personas de mucha exposición pública, tener mejor aspecto sin llegar a ser obvio.



¿Los políticos gallegos necesitan algún retoque?



Algunos necesitan dormir más y otros comer menos, porque tienen cara de haber dormido poco o un manifiesto sobrepeso.



¿Quiénes son?



No quisiera mojarme con nombres.Mejor planteamos la pregunta en positivo y entonces podemos decir que Alberto Núñez Feijóo cuida su dieta y hace ejercicio. Eso es importante para su capacidad profesional, porque lo hace más saludable y da mejor imagen.



Uno de los rasgos físicos más característicos del presidente de la Xunta es su nariz, ¿la cambiaría usted?



Si él estuviese incomodo con esa nariz, solamente en ese caso, le elevaría la punta nasal, que es lo que más destaca, proyectándola hacia adelante, para que no ocultase la parte superior del labio y equilibraría la posición de su nariz respecto de los pómulos y los labios. También se la acortaría un poco y haría el perfil nasal recto desde el entrecejo, para salvar el valle donde apoya las gafas. Sería más corta, más alta y más sobresaliente que ahora.



Hay casos notorios de malas operaciones. El que fue hombre del tiempo en TVE José Antonio Maldonado .después de la intervención no podía cerrar los ojos de todo y acabó denunciando al cirujano.



Es un claro ejemplo de sobreexcisión de la piel del párpado inferior en el intento de corregir las ojeras. Le retiraron demasiada piel, dejando ver la parte blanca del ojo, el iris. Tiene mal remedio estético, porque tienen que hacerle un injerto de piel, a veces hay que elevar la piel de pómulo para que deje de tirar del párpado hacia abajo.



Los dos extremos, aparentes, de los logros de la plástica son Belén Esteban e Isabel Preysler.

Las bases físicas son muy diferentes. Belén Esteban tiene una proyección de los ojos hacia delante, con poco pómulo, es diabética y su historial condiciona la recuperación de la nariz. La de la nariz fue una mejoría, dadas las complicaciones de su historial, pero no todo exitoso que sería deseable.



¿Y la Presley?



Ella tiene una ventaja muy grande que es su extracción étnica. Sus facciones asiáticas hacen más fácil el resultado armonioso de un lifting facial. Tiene una anatomía del hueso, dentro de sus rasgos filipinos, que hace que parezca natural el resultado del lifting facial. La frente se le ha elevado sobremanera con los años, y esa es la principal crítica que se le puede hacer. Por lo demás, sigue habiendo vitalidad en su mirada, lo que es muy importante en un rejuvenecimiento facial.



De la gallega Paula Vázquez se pregunta, ¿por qué se operó la nariz si estaba tan guapa?



Fue un acortamiento excesivo, quizá con los años mejore un poco, porque la nariz tiende a alargarse, pero efectivamente fue un cambio muy brusco, porque además ha adelgazado mucho de cara, debido a una dieta.



¿Hay una edad mínima legal o aconsejable para operar?



Tiene que haber una madurez sicológica, que se puede establecer claramente en la consulta, y física, esto es, que no vaya a crecer más. La paciente no tiene que estar condicionada por su entorno, ni por familia ni por amigos. En las edades tempranas es importante descartarlo, porque ese condicionante es una contraindicación para la cirugía.



¿Cuándo se operan los niños?



A veces llegan niñas con 17 ó 18 años con un problema de inseguridad
personal y autoestima por carencia de volumen mamario o descolgado, que está impidiendo su desarrollo normal o le hace la vida imposible, y se interviene. Igual con niños con orejas de soplillo. No es ético intervenir a una niña con menos de 17 años y con el pecho un poco desarrollado o normal.



¿Por qué surge el fenómeno del bótox?



Porque es una gran herramienta que no necesita cirugía para corregir las arrugas de expresión y es muy llevadera desde el punto de vista de la rehabilitación, porque el paciente puede estar visible en sociedad inmediatamente después del tratamiento No es barato porque necesita repetirse cada 6 meses, y a lo largo de los años no resulta económico. Si abusamos con la dosis y con el número de veces, podemos inducir la inexpresividad del rostro, por la atrofia del músculo tratado y una indefinición de volumen de la zona. Hay otros efectos indeseables, como que un párpado caiga y otro no o que se eleve una ceja y la otra no.



Los hombres también se operan más...



Se aspiran los michelines del abdomen, se arreglan los párpados porque tienen bolsas o párpados caídos, se arreglan las orejas soplillo, porque con los años pierden pelo y es más difícil ocultarlas.

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