SANIDAD

Los estilos de vida más exigentes y la baja autoestima inciden en depresiones

En Estados Unidos se calcula que un 25 % de la población padece algún tipo de cuadro depresivo, un porcentaje que en China se reduce a un 4 %

Los trastornos del sueño y de la depresión siguen aumentado cada vez más y, según los expertos, están asociados a los estilos de vida exigentes que se imponen en la sociedad actual, a la baja autoestima y a las metas que se fija cada individuo.

El repunte en este tipo de enfermedades también se debe a que los instrumentos de diagnóstico son cada vez "más finos" y se identifican mejor los síntomas derivados de trastornos depresivos y del sueño.

El presidente de la asociación española de Psicología Conductual (AEPC), Gualberto Buela, y el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos, Francisco Santolaya, han hecho estas reflexiones en una rueda de prensa en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), donde participan en un curso.

Buela ha apuntado, como ejemplo, que en Estados Unidos se calcula que un 25 % de la población padece algún tipo de cuadro depresivo, un porcentaje que en China se reduce a un 4 %, a su juicio no solo por los estilos de vida diferentes en esos países, sino también por el nivel de desarrollo de la evaluación del paciente.

En España se calcula que la prevalencia de la depresión alcanza el 10 %, siendo el país con menor tasa de toda la Unión Europea, con una mayor incidencia en el área nórdica.

En el caso de los trastornos del sueño, íntimamente relacionados con los cuadros depresivos, las estadísticas revelan que afectan a un 30 % de la población en algún momento de su vida.

Pero, pese a estas cifras, "la depresión sigue siendo esa gran desconocida", afirma Santolaya, ya que, según comenta, con frecuencia ni quien la sufre ni sus familiares son conscientes del problema.

"Obviamente no todas las personas que dicen que están 'depres' tienen cuadros depresivos, pero una cosa es a nivel coloquial decir que estoy deprimido y otra cosa es tener un síndrome que se alarga en el tiempo y que realmente hace sufrir mucho", razona este experto.

Quienes padecen este problema y aquellos que los rodean suelen "inventarse excusas" para disfrazar la enfermedad, a veces porque "todo el mundo quiere ser guay" y "fantástico", señala Santolaya.

Este especialista advierte de lo importante que es conocer por qué una persona desarrolla un cuadro depresivo y, según explica, hay individuos con características de personalidad y unas "resistencias" que los hacen más vulnerables a esta enfermedad.

Además, la estructura cognitiva, la forma de pensar y el tener una visión "más positiva" de las cosas "ayudan a luchar de forma natural contra la depresión".

Santolaya ha destacado así el valor de las técnicas "de reestructuración cognitiva", y además de los fármacos, aboga por iniciar un tratamiento psicológico, para que el paciente "cambie estructuras de personalidad" o aprenda a manejarse de forma distinta ante determinadas situaciones.

Y es que, según los expertos, una de las causas de la depresión está en tener unas "altas expectativas" que nunca llegan a cumplirse.

La parte positiva es que, según aseguran, los resultados de los tratamientos psicológicos y farmacológicos son "espectaculares", aunque con una advertencia: que la administración de fármacos no debe ser continua, sino que hay que cambiar estrategias, tratar de adaptarse y afrontar la realidad de otra manera.

Estos expertos también han incidido en el coste económico que supone la depresión, en el ámbito farmacológico pero también sanitario y laboral.

Y ello, porque, según apuntan, se estima que en la Unión Europea se pierden por bajas laborales por enfermedades depresivas 150 millones de días de trabajo.

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