Europa homenajea a los caídos durante la primera gran guerra

photo_camera Dos soldados transportan un mosaico de banderas con países que intervinieron en la guerra

Los representantes de 80 países se reunieron en Bélgica para recordar el conflicto bélico

Representantes de 80 países asistieron ayer a los actos de conmemoración del centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial y la invasión de Bélgica por las tropas alemanas en la localidad belga de Lieja, incluidos más de una decena de jefes de Estado, entre ellos el rey de España Felipe VI, así como los presidentes francés y alemán, François Hollande y Joachim Gauck, y miembros de la realeza europea como los duques de Cambridge, el príncipe Guillermo de Inglaterra y su esposa Kate, y el príncipe Guillermo, heredero del Gran Ducado de Luxemburgo.

Lieja fue el escenario de las primeras batallas de la primera contienda mundial que enfrentó entre 1914 y 1918 a los países de la Triple Entente -Francia, Reino Unido y Rusia- y las potencias centrales de Alemania y el imperio austrohúngaro y que dejó diez millones de muertos.

El rey Felipe de Bélgica recordó a "la pequeña Bélgica valiente", el sacrificio de los caídos para resistir la invasión de las tropas alemanas en Bélgica y el sufrimiento del pueblo. "Hoy conmemoramos este sufrimiento, pero nos acordamos también del camino recorrido desde entonces. Esta conmemoración es indispensable para construir un futuro mejor", ha defendido el monarca en su discurso durante el acto principal de los actos de conmemoración, ante el Memorial interaliados de Cointe.

El mandatario recordó que la paz durable debe descansar en un proyecto común y recordó que la Unión Europea garantizó "decenios de paz" a los países, antes adversarios. Pero apeló a los dirigentes europeos sobre la necesidad de "mantener la paz y acercar a los pueblos" en la actualidad, "un desafío enorme".



El papel de Francia

El presidente francés, François Hollande, destacó "la solidaridad de Francia con Bélgica" en el contienda y la muerte de miles de militares franceses en "el primer campo de batalla" que fue Bélgica, cuya localidad de Ypres ha recordado también fue atacada con armas químicas. Hollande rindió tributo al heroísmo de los soldados, así como a la población civil por el "precio pesado" que pagó, recalcando el "reconocimiento eterno" de Francia con un país, que además fue el primero en reconocer "oficialmente" la Francia libre del general De Gaulle. "Cientos de miles de soldados han perecido aquí en Bélgica, belgas, franceses, británicos, alemanes, pero también africanos, canadienses, neozelandeses, australianos y por ello el Memorial que está aquí en Cointe nació de la Federación Internacional de antiguos combatientes, para conmemorar y recordar desde lo más alto posible el martirio", subrayó.

Por último, Hollande subrayó el modelo de cooperación y progreso que supuso la construcción de la UE pero advirtió de que "Europa no es percibida ya así" y del riesgo de la vuelta de los egoísmos nacionales, de separatismos y los xenófobos, al tiempo que defendió que Europa no puede mantener su "neutralidad" en los conflictos actuales", recalcó.

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