Las evaluaciones finales de ESO y Bachillerato se retrasan a 2017

El PP presentó ayer en el Senado un total de 25 enmiendas parciales a la reforma educativa, entre las que destaca la que retrasa un año las evaluaciones finales de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato, a 2017, y no varia la oferta de religión para exigirla en Bachillerato.
Respecto al modelo lingüístico, el PP modifica la redacción de la disposición 38. Las administraciones podrán establecer 'sistemas en los que las asignaturas no lingüísticas se impartan exclusivamente en lengua castellana, en lengua cooficial o en alguna lengua extranjera, siempre que exista oferta alternativa de enseñanza sostenida con fondos públicos en la que se utilice como vehicular cada una de las lenguas cooficiales'.

El calendario de implantación del proyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) se mantiene, tal y como estaba previsto, para 2014-15 para primero, tercero y quinto de Primaria, y para segundo, cuarto y sexto en 2015-16. En lo relativo a ESO se ha ampliado un año, hasta los cursos 2015-16 y 2016-2017 su implantación para primero y tercero, y para segundo y cuarto, respectivamente.

El PP también pide que se retrasen un año los cambios previstos en la ley para bachiller, que pasarían para el primer curso en 2015-2016, y para el segundo en 2016-2017. En Bachillerato, la evaluación final será en 2017 y no en el curso 2015-16 como estaba fijado. La Selectividad, por tanto, se mantiene para los alumnos que quieran acceder a la Universidad antes del curso 2017-18.

El PP no introdujo ninguna enmienda parcial en la Lomce encaminada a que la asignatura de Religión sea de oferta obligatoria en los centros de enseñanza en Bachillerato.

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