El forense español Francisco Etxeberria participa en la investigación de la muerte del poeta en 1973

Exhuman el cuerpo de Neruda para aclarar si fue asesinado

Traslado del féretro con los restos del poeta chileno en la casa-museo en Isla Negra, cerca de El Quisco.
El cadáver del poeta chileno Pablo Neruda (1904-1973) fue exhumado ayer de la tumba frente al mar que lo cobijó desde 1992 en su casa de Isla Negra, en el litoral central de Chile, para aclarar si murió de cáncer o fue asesinado.
Después de varios meses de preparativos, incluida la selección de un equipo de expertos que en unos tres meses deberían llegar a una conclusión sobre la causa de la muerte del poeta, el trámite no duró más de una hora. Entre esos expertos figura el forense español Francisco Etxeberria, uno de los mejores especialistas mundiales en el rastreo de huesos.

La exhumación de ayer se realizó por orden del juez quien investiga el caso desde mayo de 2011, cuando fue presentada una querella que busca esclarecer si el poeta murió de cáncer o asesinado con una inyección letal. El féretro con los restos del autor de 'Residencia en la Tierra' fue trasladado de inmediato a Santiago, donde una docena de expertos chilenos y extranjeros se encargarán ahora de la investigación.


HOMENAJE E INVESTIGACIÓN

Mientras el féretro era extraído, los familiares y amigos de Neruda ofrecieron un íntimo homenaje al poeta, mientras la orquesta de San Antonio les acompañó con 'El Aparecido', de Víctor Jara.

La querella que abrió la investigación sobre los restos del poeta chileno la presentó el Partido Comunista (PC), después que el antiguo chófer de Neruda, Manuel Araya, asegurara en una entrevista que el poeta había sido asesinado por la dictadura de Augusto Pinochet. Neruda murió en una clínica de Santiago el 23 de septiembre de 1973, doce días después del golpe militar que encabezó Pinochet para derrocar al presidente Allende.

El forense español que participa en la investigación, Francisco Etxeberria Gabilondo (Beasain, Gipuzkoa 1957), aseguró ayer que los trabajos se inician 'sin ninguna hipótesis de partida'.

Etxeberria fue conocido en España por su intervención en el caso de Ruth y José Bretón, presuntamente asesinados por su padre, quien afirmó que habían desaparecido en Córdoba en octubre de 2011. A petición de la madre de los pequeños, examinó los huesos hallados en una hoguera en la finca de los abuelos de los niños sólo dos días después de su desaparición y concluyó que pertenecían a 'seres humanos inmaduros' y no a animales como se había determinado en un primer momento.

En Chile Etxeberria colabora en la identificación de las víctimas de la dictadura de Pinochet tras ser requerido por la Comisión de Derechos Humanos del Gobierno del país austral durante el mandato de Michele Bachelet.

Entre las más destacadas figura la autopsia a los restos del cantautor Víctor Jara en el año 2009 y dos años después la de Salvador Allende, que concluyó que el presidente de Chile al que Pinochet derrocó no fue asesinado sino que se suicidó en el Palacio de la Moneda en 1973.

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