Detectan un claro desajuste entre la oferta y la demanda en algunas carreras universitaras

Los expertos entienden que en España sobran titulaciones

Numerosos alumnos durante una clase en un aula de la Universidad de Santiago.
El actual desajuste entre la oferta y la demanda en algunas titulaciones ha llevado a los expertos a cuestionarse si en época de crisis España se puede permitir formar, por ejemplo, más historiadores que ingenieros, u ofertar casi el mismo número de carreras en todas las universidades. 'No es un problema de exceso de número de universidades sino más bien de la oferta de titulaciones con poca demanda en muchas de ellas', explica el director de investigación del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE)-BBVA, Francisco Pérez, autor del informe 'Universidad, universitarios y productividad'.
Su opinión es compartida por buena parte de la comunidad educativa, incluido el propio ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, que alertó el pasado noviembre, durante la entrega de los Premios Emprendedores de la Fundación Everis, del 'profundo desajuste' que se da en la sociedad a causa de que el 50 por ciento de la oferta educativa, como en el curso 2012-13, está protagonizada por las áreas sociales y jurídicas. 'No hay ninguna sociedad que necesite' tanta gente preparada en esas áreas y que en cambio haya 'escasez' en otras, afirmó el ministro.

Según datos del Ministerio de Educación, en el curso 2011-12 se matricularon 644.912 alumnos en universidades públicas y privadas en primero y segundo ciclo y, de ellos, 324.923 habían elegido Ciencias Sociales y Jurídicas, 177.348 Enseñanzas técnicas, 53.066 Humanidades, 50.937 Ciencias de la Salud y 38.638 Ciencias experimentales.


MATRÍCULAS DE GRADO

Y en cuanto a las 824.741 matrículas de Grado, 390.780 correspondieron a Ciencias Sociales y Jurídicas, 150.293 a Ingeniería y Arquitectura, 143.200 a Ciencias de la Salud, 92.188 a Artes y Humanidades y 42.280 a Ciencias.

Pérez, que es catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia, considera que 'lo deseable sería que las universidades reaccionaran ante los excesos de oferta permanente reduciendo titulaciones', un objetivo que pasaría por 'la flexibilidad' entre los profesores.

'La superespecialización docente puede estar justificada cuando va acompañada de una actividad investigadora muy intensa', apunta Pérez, que destaca que en las universidades privadas los profesores son más flexibles o tienen contratos que no son de dedicación exclusiva como en las públicas y están dispuestos a dar clases sobre más tipo de materias.

Aunque el estudio IVIE-BBVA es correspondiente a datos del año 2010, este experto cree que las cosas no han cambiado mucho a pesar de que las universidades estén adaptándose a los nuevos grados y la crisis presiona para evitar las titulaciones muy pequeñas.

Sobre el peligro de pensar solo en la salida laboral de cada titulación a la hora de restringirlas, Pérez recuerda que la actividad que puede desarrollar un abogado, un economista o un ingeniero es 'muy variada' después de finalizar sus estudios.

Te puede interesar