Con el objeto de aclarar este tema, un equipo de investigadores del Hospital General de Massachusetts, estudió los datos arrojados en las 3 grandes encuestas de salud de profesionales sanitarios realizadas en los años 1976, 1986 y 1989.
Los autores del trabajo crearon puntuaciones de riesgo modificable (entre 0 y 6) para cada participante basándose en factores de riesgo establecidos. Las puntuaciones más altas indicaban mayor riesgo.
Por otra parte, calcularon la proporción de casos evitables si se adoptaba y mantenía un estilo de vida saludable. Representado en un peso adecuado, 7,5 horas semanales de actividad física, ausencia de tabaco, consumo diario de 8 raciones entre frutas y verduras, menos de ½ ración diaria de carne roja, 25 gramos de fibra al día, al menos 2 raciones semanales de pescado, media ración diaria de frutos secos y semillas, y un máximo de 1 bebida alcohólica/día para las mujeres o 2 para los hombres.
Durante el periodo de seguimiento (1986-2016; 1991-2017), se notificaron 346 casos de enfermedad de Crohn y 456 casos de colitis ulcerosa.
Los autores de este trabajo estimaron que riesgo modificable bajo podría haber evitado el 43% y el 44,5%, respectivamente, de los casos de enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa.
Las conclusiones llevan a los autores del estudio a sugerir que los cambios en el estilo de vida pueden ser una opción para futuras estrategias de prevención, especialmente en personas con alto riesgo.
REF: Lopes y col. Factores de estilo de vida para la prevención de las enfermedades inflamatoria intestinal. Gut. 2022. doi: 10.1136/gutjnl-2022-328174.
