Los festivales musicales gallegos afrontan este verano y otoño 'complicado' a raíz tanto de la crisis económica como de la subida este año del IVA cultural, algo que está afectando a la asistencia de personas a estos eventos. Para paliar la situación y 'mantener' las cifras, los programadores optan por definir la oferta y poner a disposición del público actividades complementarias.
Así lo explicó, Joaquín Martínez, director del Festival PortAmérica, que acogerá la localidad pontevedresa de Nigrán entre el 18 y el 20 de julio. Las expectativas de esta cita, indicó Martínez, son las de 'mantener las cifras' con respecto al año pasado y acoger a unas 15.000 personas. Esto a pesar de que la crisis está siendo 'muy negativa' para la asistencia de publico, aunque hay 'muchísima expectación' entre la población.
Joaquín Martínez recordó que el público de este festival, entre 18 y 45 años, es 'un target que no tiene trabajo y que le cuesta pagar las entradas en la situación actual'. En esta línea, advirtió un 'gran control en el gasto de ocio', algo que se suma a cuestiones como la subida al 21 por ciento del IVA cultural, que 'tampoco ayuda mucho'. 'En Galicia, las ayudas públicas a los festivales se retiraron y empezamos a no tener grandes patrocinios porque las empresas tampoco están bien', indicó el responsable del PortAmérica, quien señaló que, frente a la 'proliferación' de pequeños festivales musicales de 'hace unos años', la crisis ahora está 'haciéndolos desaparecer'.
HACER ALGO ATRACTIVO
Para conseguir mantener el público, Joaquín Martínez apostó por la oferta complementaria a la música, algo que, de hecho, pondrá en práctica en PortAmérica a través de cuestiones como el ocio, la gastronomía o el emprendimiento. 'Es esencial enriquecer las propuestas con actividades. Se necesitan conceptos, que la gente se identifique con todo el conjunto y le resulte atractivo para que decida asistir', indicó Martínez, al tiempo que destacó que el público 'necesita momentos y lugares de cierta evasión en estos momentos'.
La crisis también influye en la asistencia de festivales gratuitos, como es el caso del Festival de Ortigueira, donde notaron preocupación en el público por el gasto en cuestiones como el desplazamiento. Según el responsable de comunicación de este festival, Chema Corral, la afluencia que llegará a la localidad coruñesa será 'como en años anteriores', en torno a las 50.000 personas.
Además de la crisis, Corral señaló como factores que determinan la asistencia a esta cita el bien tiempo los días anteriores y la presencia de festivos o celebraciones. El presupuesto bajó, explicó, por lo que 'no se pueden contratar los mismos supergrupos', y, sin embargo, 'el público sigue siendo fiel, porque no le ofreces sólo música, es una alternativa de ocio'.
Para el representante del SonRías Baixas, Jordi Lauren, la crisis está haciendo 'las cosas complicadas', y se nota en cuestiones como la preventa de entradas, 'difícil' y que 'cada año cuesta más'. Aunque el objetivo de este festival -en Bueu a principios de agosto- también es mantener los 15.000 visitantes, Lauren hizo hincapié en que cada vez 'la gente decide más a última hora' y las entradas se adquieren en los últimos 10 días.
'MUCHOS TURISTAS'
Paralelamente, Lauren indicó que este festival 'se nutre mucho de turistas' alojados en las Rías Baixas y, dado que 'ahora vienen menos' y 'lo hacen con menos presupuesto', la asistencia es más difícil. Asimismo, 'el público cada vez es más exigente, busca oferta paralela', indicó Jordi Lauren. Este año, el Festival SonRías Baixas concede a este punto una 'especial importancia', con actividades gastronómicas y de playa.
En cuanto a la competencia, Lauren, destacó que 'hace años se puso de moda un modelo de festival de música pequeño y gratuito' que 'funcionaba sólo con ayudas publicas'. 'Pero la administración pública, tal y como está, no puede mantenerlos, por lo que hubo una criba enorme', sentenció.
Joaquín Martínez recordó que el público de este festival, entre 18 y 45 años, es 'un target que no tiene trabajo y que le cuesta pagar las entradas en la situación actual'. En esta línea, advirtió un 'gran control en el gasto de ocio', algo que se suma a cuestiones como la subida al 21 por ciento del IVA cultural, que 'tampoco ayuda mucho'. 'En Galicia, las ayudas públicas a los festivales se retiraron y empezamos a no tener grandes patrocinios porque las empresas tampoco están bien', indicó el responsable del PortAmérica, quien señaló que, frente a la 'proliferación' de pequeños festivales musicales de 'hace unos años', la crisis ahora está 'haciéndolos desaparecer'.
HACER ALGO ATRACTIVO
Para conseguir mantener el público, Joaquín Martínez apostó por la oferta complementaria a la música, algo que, de hecho, pondrá en práctica en PortAmérica a través de cuestiones como el ocio, la gastronomía o el emprendimiento. 'Es esencial enriquecer las propuestas con actividades. Se necesitan conceptos, que la gente se identifique con todo el conjunto y le resulte atractivo para que decida asistir', indicó Martínez, al tiempo que destacó que el público 'necesita momentos y lugares de cierta evasión en estos momentos'.
La crisis también influye en la asistencia de festivales gratuitos, como es el caso del Festival de Ortigueira, donde notaron preocupación en el público por el gasto en cuestiones como el desplazamiento. Según el responsable de comunicación de este festival, Chema Corral, la afluencia que llegará a la localidad coruñesa será 'como en años anteriores', en torno a las 50.000 personas.
Además de la crisis, Corral señaló como factores que determinan la asistencia a esta cita el bien tiempo los días anteriores y la presencia de festivos o celebraciones. El presupuesto bajó, explicó, por lo que 'no se pueden contratar los mismos supergrupos', y, sin embargo, 'el público sigue siendo fiel, porque no le ofreces sólo música, es una alternativa de ocio'.
Para el representante del SonRías Baixas, Jordi Lauren, la crisis está haciendo 'las cosas complicadas', y se nota en cuestiones como la preventa de entradas, 'difícil' y que 'cada año cuesta más'. Aunque el objetivo de este festival -en Bueu a principios de agosto- también es mantener los 15.000 visitantes, Lauren hizo hincapié en que cada vez 'la gente decide más a última hora' y las entradas se adquieren en los últimos 10 días.
'MUCHOS TURISTAS'
Paralelamente, Lauren indicó que este festival 'se nutre mucho de turistas' alojados en las Rías Baixas y, dado que 'ahora vienen menos' y 'lo hacen con menos presupuesto', la asistencia es más difícil. Asimismo, 'el público cada vez es más exigente, busca oferta paralela', indicó Jordi Lauren. Este año, el Festival SonRías Baixas concede a este punto una 'especial importancia', con actividades gastronómicas y de playa.
En cuanto a la competencia, Lauren, destacó que 'hace años se puso de moda un modelo de festival de música pequeño y gratuito' que 'funcionaba sólo con ayudas publicas'. 'Pero la administración pública, tal y como está, no puede mantenerlos, por lo que hubo una criba enorme', sentenció.
