Fiscal pide 3 años de cárcel a un médico por contagiar hepatitis a su pareja

La Fiscalía ha pedido hoy tres años de prisión para un médico acusado de haber contagiado la hepatitis a su pareja, con la que presuntamente mantuvo relaciones sin preservativo a sabiendas de que estaba infectado de esa enfermedad, además de tener un herpes genital y ser portador del VIH.

En la sección 20ª de la Audiencia de Barcelona se ha celebrado hoy el juicio contra el médico Andrés B., actualmente en ejercicio y a quien la Fiscalía acusa de un delito de lesiones por haber ocultado a su pareja la enfermedad que padecía y mantener relaciones sexuales con ella sin ningún método profiláctico.

En los tres años y medio en que fue pareja del acusado, la mujer sufrió un episodio de hepatitis B supuestamente contagiada por el médico, lo que obligó a hospitalizarla, y después contrajo un herpes genital que también padecía el procesado.

Por su parte, el imputado se ha escudado en que cuando mantuvo relaciones sexuales con la denunciante, al principio de la relación, desconocía que estaba infectado de hepatitis B y C, porque años atrás se había realizado varias analíticas que no detectaron ninguna dolencia en él.

Además, ha insistido en que desde su primer día de relación avisó a su pareja de que años atrás había sido adicto a las drogas por vía parenteral y había sido sometido a un tratamiento de desintoxicación.

Opuesta es la versión de la denunciante, que ha declarado ante el tribunal que el procesado nunca le explicó las dolencias que padecía, hasta que ella ya las había contraído, y ha señalado sus reticencias a utilizar preservativos en sus relaciones sexuales.

'Me pasé tres años y medio de relación entre médicos, analíticas y hospitales', ha lamentado la mujer, que a los problemas de salud que contrajo durante su relación con el médico se une la esclerosis múltiple que padece, una enfermedad crónica por la que recibe tratamiento continuo que tuvo que suspender mientras tuvo hepatitis.

La mujer ha explicado que sólo mantuvo 'cinco o seis' relaciones sexuales con el acusado sin preservativo, al principio de su noviazgo, y a los dos meses empezó a presentar síntomas de herpes genital, aunque el procesado la tranquilizaba desde su condición de médico y le aseguraba que debía ser una infección de orina.

Según la versión de la denunciante, fue en el viaje a urgencias cuando el médico le acabó confesando que tenía un herpes genital y que podía haberla contagiado.

Al cabo de unos meses, la mujer tuvo que volver al hospital por síntomas de hepatitis, que el acusado también había minimizado, y no fue hasta entonces cuando el médico le reconoció que sufría hepatitis B y C.

Al regreso del hospital, donde permaneció varios días hospitalizada, el procesado hizo su tercera confesión a su pareja, a la que contó que también tenía anticuerpos del VIH, ha añadido la denunciante.

La mujer ha justificado que mantuviera su relación con el procesado hasta tres años después, debido a su carácter 'autoritario' y a que el médico cogió 'las riendas' de su vida, sometiéndola sentimental y emocionalmente.

Finalmente, ha explicado la denunciante ante el tribunal, resolvió romper con él, después de que el procesado intentara compartir con ella una aguja en una prueba de diabetes y le propusiera mantener una relación sexual sin profilaxis.

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