Dos jóvenes gallegos, Andrés Fraga y Juan Rivas, llegaron ayer a Santiago tras recorrer caminando 6.000 kilómetros y once países desde el punto más boreal de Europa, Nordkapp, en Noruega, un proyecto llamado 'Seis millones de pasos', que han contado desde hace meses en Internet. Hasta siete pares de botas han gastado en el recorrido los dos aventureros, recibidos ayer por un grupo de amigos y familiares en la plaza del Obradoiro de Santiago al grito de 'Campeones, oé, oé, oé'.
Los jóvenes sufrieron en más de siete meses todo tipo de inclemencias meteorológicas durante la caminata, pero en todo el recorrido no les cayó una lluvia tan intensa como la que les recibió en Santiago. Habían salido de Galicia el 30 de abril con el espacio aéreo cerrado a causa de la erupción del volcán islandés Eyjafjalla, y a su llegada encontraron el conflicto de los controladores, lo que demuestra que 'es más cómodo ir andando, se llega antes', bromeó Juan Rivas, poco después de soltar con alivio su mochila en el suelo.
Al no poder volar a Finlandia, al final viajaron en su coche hasta Helsinki y luego llegaron 'a dedo' al cabo noruego, desde donde emprendieron su marcha hacia el sur. Cámara en mano hasta en la llegada al Obradoiro, Andrés y Juan han grabado imágenes en alta definición para montar un documental que contará su historia a lo largo de Europa, su diversidad paisajística y climática, así como sus vivencias personales en esta aventura extrema. En todo el recorrido, desde la nieve del norte hasta un inusual calor en Polonia, Andrés y Juan no pensaron nunca en abandonar, pese a que en una ocasión pasaron problemas económicos.
Al no poder volar a Finlandia, al final viajaron en su coche hasta Helsinki y luego llegaron 'a dedo' al cabo noruego, desde donde emprendieron su marcha hacia el sur. Cámara en mano hasta en la llegada al Obradoiro, Andrés y Juan han grabado imágenes en alta definición para montar un documental que contará su historia a lo largo de Europa, su diversidad paisajística y climática, así como sus vivencias personales en esta aventura extrema. En todo el recorrido, desde la nieve del norte hasta un inusual calor en Polonia, Andrés y Juan no pensaron nunca en abandonar, pese a que en una ocasión pasaron problemas económicos.
