El Ministerio de Sanidad busca acabar con las actividades ilícitas y las falsificaciones

El Gobierno regulará la venta de medicamentos por internet

Un guardia civil sostiene una caja de Viagra falsificada.
El Consejo de Ministros aprobó ayer, a propuesta del Ministerio de Sanidad, un real decreto por el que se regula la venta a distancia al público, a través de sitios web, de medicamentos de uso humano no sujetos a prescripción médica.
'Se busca una mejor función de control y supervisión de estas ventas en paralelo a adoptar medidas para acabar con actividades ilícitas', explicó la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.

Las farmacias que cumplan los requisitos para comercializar medicamentos que no precisan receta por Internet deberán mostrar en sus páginas web un logotipo común que certificará que pueden realizar esta comercialización, según informa el departamento dirigido por Ana Mato en una nota de prensa.

El real decreto incorpora las disposiciones establecidas a nivel de la UE en la Directiva de medicamentos falsificados.

La nueva norma viene motivada por la necesidad de establecer unas condiciones de venta que aseguren 'un elevado nivel de protección de la salud pública', destacó Sanidad, ya que Internet se ha convertido en un canal a través del que los ciudadanos adquieren todo tipo de bienes y servicios.

Sin embargo, los medicamentos no son bienes de consumo ordinario, tanto por los beneficios en salud que proporcionan como por los riesgos que conlleva su uso inadecuado, ha recordado.

Precisamente, la Aemps ha sido 'muy activa' en los últimos años y, desde 2009, se ha ido incrementando el número de páginas web investigadas a raíz de denuncias o de oficio.

Las webs que comercializan medicamentos de manera ilegal pueden reconocerse porque venden medicamentos no autorizados en España, los medicamentos que venden son falsificaciones, de forma que imitan al original autorizado, u ofrecen medicamentos que requieren receta médica, lo que está expresamente prohibido en nuestro país.

Asimismo, se trata de páginas web que no se corresponden con oficinas de farmacia legalmente autorizadas, no informan de quién es el propietario o el farmacéutico responsable, no hay una dirección física de la oficina de farmacia, y realiza una actividad comercial fraudulenta, que pone en peligro los datos personales y financieros de los usuarios.

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