Tres nuevos petroglifos fueron hallados en la isla de Ons, del Parque Nacional Illas Atlánticas, informó la Xunta en un comunicado.
Los grabados están situados dos de ellos en la zona denominada Chan da Pólvora y un tercero, en A Laxe, en el barrio de Caño y son fundamentalmente pequeñas cavidades, círculos y restos de círculos concéntricos con una cavidad central de diferentes tamaños y formas.
Los restos visibles de los círculos se encuentran muy erosionados y, en algunos casos, esta circunstancia eliminó la mitad del dibujo, por lo que los investigadores no descartan que tuviesen más figuras.
La localización de estos petroglifos se realizó por los trabajos del proyecto 'Estudio arqueológico y etnográfico del paisaje cultural de la isla de Ons', dirigido por Paula Ballesteros.
Los localizados en esta isla son abstractos, con figuras geométricas, por lo que es difícil dotarlos de un significado concreto, explica la Xunta.
También señala que es difícil establecer una cronología, pues no se adscriben a una época prehistórica concreta y la única forma de datarlos es por el contexto arqueológico, de forma que se vinculan al Neolítico (4.500 a.C.-2.500 a.C.), a la Edad de Bronce (2.500 a.C.-1.000 a.C.) o a la Edad de Hierro (1.000 a.C.-200 d.C.).
Dos de los petroglifos están en soporte de losa, cuando lo más frecuente es que sean sobre granito, lo que refuerza su 'peculiaridad'.
También subrayan los investigadores el hecho de localizarlos en una isla, 'algo que hasta ahora resulta casi inédito'.
Los restos visibles de los círculos se encuentran muy erosionados y, en algunos casos, esta circunstancia eliminó la mitad del dibujo, por lo que los investigadores no descartan que tuviesen más figuras.
La localización de estos petroglifos se realizó por los trabajos del proyecto 'Estudio arqueológico y etnográfico del paisaje cultural de la isla de Ons', dirigido por Paula Ballesteros.
Los localizados en esta isla son abstractos, con figuras geométricas, por lo que es difícil dotarlos de un significado concreto, explica la Xunta.
También señala que es difícil establecer una cronología, pues no se adscriben a una época prehistórica concreta y la única forma de datarlos es por el contexto arqueológico, de forma que se vinculan al Neolítico (4.500 a.C.-2.500 a.C.), a la Edad de Bronce (2.500 a.C.-1.000 a.C.) o a la Edad de Hierro (1.000 a.C.-200 d.C.).
Dos de los petroglifos están en soporte de losa, cuando lo más frecuente es que sean sobre granito, lo que refuerza su 'peculiaridad'.
También subrayan los investigadores el hecho de localizarlos en una isla, 'algo que hasta ahora resulta casi inédito'.
