Un hombre con un escroto de 45 kilos que le ocasiona serias dificultades para vestirse e incluso para respirar ha pedido ayuda económica para someterse a una cirugía, valorada en un millón de dólares, que le permita volver a tener una vida normal, según el diario Las Vegas Review-Journal.
Wesley Warren Jr., de 47 años y residente en Las Vegas (EEUU), cuenta al diario que en 2008 un día se dio la vuelta en la cama y se golpeó los testículos con una pierna, lo que le causó un dolor que nunca había sentido antes.
Al día siguiente descubrió que su escroto se había hinchado hasta tener 'el tamaño de una pelota de fútbol'.
Desde entonces a Wesley le cuesta moverse, tiene problemas para vestirse y respira con dificultad. Cuando se atreve a salir a la calle se pone ropa holgada.
Los casos como el de Wesley 'son muy raros', explicó al diario el urólogo Mulugeta Kassahun, quien ha tratado al hombre y precisó que la inflamación de los testículos es más común en regiones tropicales de África y Asia.
Esa inflamación es el resultado de una elefantiasis causada por una infección parasitaria transmitida por mosquitos. Pero los médicos que han examinado a Wesley no han encontrado rastros de infección y los tratamientos con antibióticos no han conseguido reducir el tamaño de su escroto.
Wesley afirma que no le gusta ser 'un bicho raro' y que se ha animado a dar a conocer su problema en busca de donaciones que le permitan costearse tan costosa cirugía.
Al día siguiente descubrió que su escroto se había hinchado hasta tener 'el tamaño de una pelota de fútbol'.
Desde entonces a Wesley le cuesta moverse, tiene problemas para vestirse y respira con dificultad. Cuando se atreve a salir a la calle se pone ropa holgada.
Los casos como el de Wesley 'son muy raros', explicó al diario el urólogo Mulugeta Kassahun, quien ha tratado al hombre y precisó que la inflamación de los testículos es más común en regiones tropicales de África y Asia.
Esa inflamación es el resultado de una elefantiasis causada por una infección parasitaria transmitida por mosquitos. Pero los médicos que han examinado a Wesley no han encontrado rastros de infección y los tratamientos con antibióticos no han conseguido reducir el tamaño de su escroto.
Wesley afirma que no le gusta ser 'un bicho raro' y que se ha animado a dar a conocer su problema en busca de donaciones que le permitan costearse tan costosa cirugía.
