Identifican un marcador de sangre para diagnosticar la encefalopatía hepática

Científicos del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) de Valencia han identificado un marcador en sangre que permite diagnosticar la encefalopatía hepática mínima (EHM) en pacientes con cirrosis hepática, según un comunicado del CIPF.

Este avance representa el descubrimiento del primer biomarcador periférico para esta enfermedad, que se produce cuando el hígado falla y deja de realizar su función de eliminar sustancias tóxicas, lo que hace que éstas se acumulen, lleguen al cerebro y alteren la función cerebral.

El desarrollo de este marcador diagnóstico se ha realizado en colaboración con Carmina Montoliu, de la Fundación para la Investigación del Hospital Clínico de Valencia (Incliva), y los resultados del estudio de este marcador se han publicado en la revista científica 'The American Journal of Gastroenterology'.

La encefalopatía hepática mínima (EHM) es la fase inicial de la encefalopatía hepática y sus síntomas no son evidentes, por lo que es necesario realizar estudios específicos para detectarla.

Si la EHM no se diagnostica a tiempo, puede derivar en síntomas evidentes que gradualmente pueden conducir al coma y a la muerte, según ha explicado Vicente Felipo, investigador principal del Laboratorio de Neurobiología del CIPF.

'Durante esta primera fase hay un leve deterioro cognitivo, déficit de atención y alteraciones en la actividad y coordinación motoras que van progresando y afectando a la calidad de vida y a la capacidad de realizar tareas de la vida diaria', ha señalado.

Actualmente, la EHM se puede detectar mediante tests psicométricos o neurofisiológicos, pero son procedimientos complejos y poco prácticos para la clínica diaria, ya que requieren bastante tiempo y han de ser corregidos en función de varios parámetros.

Como consecuencia de esta carencia de un procedimiento diagnóstico sencillo, la mayoría de los pacientes con EHM permanecen sin diagnosticar y tratar.

Con el nuevo marcador identificado, una sustancia denominada '3-Nitro-Tirosina', los investigadores aportan un procedimiento fácil para el diagnóstico de la EHM, ya que puede medirse en un análisis clínico rutinario a través de una muestra de sangre del paciente.

'Hemos comprobado que la 3-Nitro-Tirosina posee una excelente capacidad diagnóstica, y por tanto constituye un muy buen marcador para la detección de la encefalopatía hepática mínima en pacientes cirróticos', ha señalado Felipo.

El estudio diseñado por los investigadores para identificar este marcador ha consistido en realizar tests psicométricos a pacientes cirróticos, diferenciando entre los cirróticos que padecían EHM, y los que no.

Los científicos tomaron muestras de sangre de los pacientes de cada grupo y midieron una serie de parámetros para comparar y analizar cuáles podrían servir para el diagnóstico de los individuos con EHM.

Según Felipo, los resultados realizados hasta el momento con 214 individuos 'indican que hemos identificado el primer marcador medible en sangre que permite diagnosticar la EHM, pero será necesario continuar estudios con un mayor número de pacientes para que el marcador llegue cuanto antes a la práctica clínica'.

Dados los resultados conseguidos, los científicos han solicitado una patente para este procedimiento diagnóstico, y han iniciado la búsqueda de una empresa con la que desarrollar un 'kit' diagnóstico.

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