Sanidad descartó cualquier alerta por el hallazgo de ADN de caballo en varios lotes de productos

Irlanda culpa a España de sus hamburguesas de carne equina

La carne fue detectada en supermercados de Irlanda y Reino Unido, entre ellos varios de Tesco. (Foto: ARCHIVO)
La polémica por el hallazgo de carne de caballo en hamburguesas vendidas como de vacuno en cadenas de supermercados en Irlanda y Reino Unido salpicó ayer a España. Las autoridades irlandesas investigan si la contaminación de varios lotes de hamburguesas elaboradas en Reino Unido e Irlanda se produjo en España y Países Bajos, desde donde se pudo importar el producto para elaborarlas, según informaba ayer la Autoridad de seguridad alimentaria irlandesa .
La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, afirmaba tras la denuncia irlandesa que no hay ninguna alerta de salud ni ningún problema para la salud humana en España después de que las autoridades alimentarias irlandesas informaran de su hallazgo. 'Si se ha producido algún fraude, si hay algún español que esté dentro de los productores de esa carne lo tendrán que dilucidar en su momento', según la ministra, que insistió en que 'los ciudadanos pueden estar tranquilos'.

La Comisión Europea confirmaba por su parte el hallazgo de rastros de carne de caballo en diversos lotes de hamburguesas. 'Por ahora no parece un asunto de seguridad alimentaria, sino de presencia en determinados productos de una carne que no debería estar ahí. Los supermercados y las autoridades irlandesas tendrán que explicar lo que ha ocurrido', señalaba en rueda de prensa en Bruselas el portavoz comunitario de Salud y Protección al consumidor, Frédéric Vincent. Vincent restaba importancia a la polémica en Irlanda por las dudas en la trazabilidad de los productos cárnicos que llegan a los supermercados, después del hallazgo de los restos de ADN de caballo en productos de carne de vacuno picada.


CONTROLES DE PRODUCTOS

En concreto, la autoridad irlandesa realizó controles en un total de 27 productos cárnicos y detectó rastros de caballo en un 37 por ciento de los test y de cerdo en un 85 por ciento. También se encontró ADN de caballo en lotes analizados de la carne cruda en las plantas, 'incluida alguna de Países Bajos y España', según el comunicado.

Las plantas en las que se produjo la carne contaminada con carne de caballo son dos localizadas en Irlanda y una en Reino Unido, y se comercializaron en seis cadenas de supermercados: Tesco, Dunnes Stores, Lidl, Aldi e Iceland.

El director de la oficina irlandesa, el profesor Alan Reilly, explicó que la presencia también de cerdo en algunos productos examinados puede deberse a que las plantas transformadoras se producen otros artículos con este ingrediente, pero advertía sin embargo de que 'no hay una razón clara ahora mismo que explique la presencia de ADN de caballo'.

Tim Smith, director técnico de Tesco, una de las principales cadenas de supermercados del Reino Unido, calificó de extrema gravedad lo sucedido y garantizó la retirada inmediata de todos los productos afectados una vez presentadas las pruebas analíticas encargadas por la Autoridad de Seguridad Alimentaria de Irlanda. 'No toleraremos -dijo- tener que comprometer la calidad de los alimentos que vendemos. La presencia de carne ilegal en nuestros productos es extremadamente grave'.

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