Manuel Rodríguez y su familia, vecinos del municipio coruñés de Negreira, decidieron adoptar hace dos meses a un pequeño jabato blanco, de nombre 'Gabi', pronunciado 'Ghabi', que, a día de hoy, se comporta como una mascota más de la familia.
Rodríguez señaló que el animal es fruto de un cruce de jabalí, del que más rasgos heredó, y de una cerda blanca de su granja, que rechazó a su hijo poco después de nacer.
El ganadero explicó que, cuando vio a la cerda recién parida, comprobó que había tenido dos jabatos que, finalmente, no lograron sobrevivir, pero, para su sorpresa, después encontró a una tercera cría, 'Gabi', en un lugar más apartado de la pocilga.
Le di friegas en la barriga a la cerda, se acostó y (Gabi) mamó, pero, al otro día, la madre no le hacía caso y lo traje para aquí (su casa). Lo pusimos en una caja y lo fuimos cuidando con el biberón, poquito a poco, afirmó Rodríguez.
El ganadero no está seguro de por qué la madre de 'Gabi', llamado así porque nació el día de San Gabriel, rechazó a su cría, aunque era la primera vez que paría, y es pequeña, motivo por el que añadió que ahora tampoco quiere saber nada de su hijo, pues no lo quiso de pequeño, ¿lo va a querer ahora?
No obstante, al pequeño jabato blanco no le falta de nada, ya que no sólo se alimenta de leche de un gran biberón, hecho a base de una botella de litro y medio, sino que para dormir le ponemos dos botellas de agua caliente y se mete en el medio, explicó su dueño.
Como 'Gabi' creció, ya no cabe en la caja en la que dormía cuando era más pequeño, pero sigue contando con los cuidados y el cariño de Rodríguez y de su familia, quien aseguran que se porta como un animalito más de los que ya tienen.
De hecho, a 'Gabi' no le importa que sus cuidadores lo acaricien y lo cojan como si fuese un gato, aunque es un poco más reacio a las caricias de los extraños, y lleva un arnés para que la madre de Rodríguez, María Dolores, lo pasee por los alrededores de su casa, como si se tratase de un perro.
María Dolores indicó que ella es la persona de la familia que más lo cuida, porque los demás tienen que trabajar, y quien le da el biberón cuando el apetito reclama, y aseguró que no la muerde, porque el jabato le tiene cariño a quien se lo tiene a él.
Eso es algo fácil de comprobar cuando 'Gabi' se siente amenazado, por ejemplo, por el cachorro de la familia cuando quiere jugar con él, no duda en correr a protegerse y a esconderse entre las piernas de su cuidadora.
La familia le tiene tanto cariño al animal que todos se entristecen al pensar cuál será su suerte, cuando deje de ser un pequeño jabato.
Rodríguez indicó con pena que, si hubiese quien diese mil duros..., lo podrían vender, pero su madre le replicó que 'Gabi' puede valer para un circo.
El ganadero explicó que, cuando vio a la cerda recién parida, comprobó que había tenido dos jabatos que, finalmente, no lograron sobrevivir, pero, para su sorpresa, después encontró a una tercera cría, 'Gabi', en un lugar más apartado de la pocilga.
Le di friegas en la barriga a la cerda, se acostó y (Gabi) mamó, pero, al otro día, la madre no le hacía caso y lo traje para aquí (su casa). Lo pusimos en una caja y lo fuimos cuidando con el biberón, poquito a poco, afirmó Rodríguez.
El ganadero no está seguro de por qué la madre de 'Gabi', llamado así porque nació el día de San Gabriel, rechazó a su cría, aunque era la primera vez que paría, y es pequeña, motivo por el que añadió que ahora tampoco quiere saber nada de su hijo, pues no lo quiso de pequeño, ¿lo va a querer ahora?
No obstante, al pequeño jabato blanco no le falta de nada, ya que no sólo se alimenta de leche de un gran biberón, hecho a base de una botella de litro y medio, sino que para dormir le ponemos dos botellas de agua caliente y se mete en el medio, explicó su dueño.
Como 'Gabi' creció, ya no cabe en la caja en la que dormía cuando era más pequeño, pero sigue contando con los cuidados y el cariño de Rodríguez y de su familia, quien aseguran que se porta como un animalito más de los que ya tienen.
De hecho, a 'Gabi' no le importa que sus cuidadores lo acaricien y lo cojan como si fuese un gato, aunque es un poco más reacio a las caricias de los extraños, y lleva un arnés para que la madre de Rodríguez, María Dolores, lo pasee por los alrededores de su casa, como si se tratase de un perro.
María Dolores indicó que ella es la persona de la familia que más lo cuida, porque los demás tienen que trabajar, y quien le da el biberón cuando el apetito reclama, y aseguró que no la muerde, porque el jabato le tiene cariño a quien se lo tiene a él.
Eso es algo fácil de comprobar cuando 'Gabi' se siente amenazado, por ejemplo, por el cachorro de la familia cuando quiere jugar con él, no duda en correr a protegerse y a esconderse entre las piernas de su cuidadora.
La familia le tiene tanto cariño al animal que todos se entristecen al pensar cuál será su suerte, cuando deje de ser un pequeño jabato.
Rodríguez indicó con pena que, si hubiese quien diese mil duros..., lo podrían vender, pero su madre le replicó que 'Gabi' puede valer para un circo.