Japón recuerda a las víctimas de la bomba atómica de Hiroshima

Con un nuevo grito por la paz y el desarme, Japón recordó ayer a las víctimas de la bomba atómica que arrasó Hiroshima hace 66 años, en una ceremonia que el primer ministro nipón, Naoto Kan, aprovechó para cuestionar 'el mito de la seguridad' de la energía nuclear. Como cada año se guardó un minuto de silencio solo roto por varias campanadas en el Parque Memorial de la Paz de Hiroshima, que sirvió para recordar el momento en que la bomba caía sobre la ciudad y acababa de forma inmediata con la vida de 120.000 de sus habitantes.
Representantes de unos 70 países, incluido EE.UU., y de la Unión Europea y la ONU estuvieron entre los cerca de 50.000 asistentes al homenaje, entre ellos ancianos supervivientes de la bomba y sus familiares, cuyo mensaje contra la radiactividad se vio este año amplificado por la crisis en la central nuclear de Fukushima.

Ante el cenotafio conmemorativo, el primer ministro nipón expresó su 'profundo pesar' por haber creído en el 'mito de la seguridad' de la energía nuclear y prometió investigar a fondo las causas del accidente en la central de Fukushima Daiichi, el peor en 25 años. Kan, que hizo un llamamiento al desarme, apuntó a que Japón, como único país que ha sufrido la bomba atómica, tiene 'la responsabilidad' de transmitir a toda la humanidad la amenaza que suponen las armas nucleares.

En la ceremonia de ayer se añadieron 5.785 nuevos nombres a la lista del total de personas que perdieron la vida directa o indirectamente por la tragedia, que se elevó a un total de 275.230 víctimas mortales.

Antes de la intervención de Kan, el alcalde de la ciudad, Kazumi Matsui, cuestionó la política energética nacional y subrayó la 'tremenda ansiedad' que suscita 'la actual amenaza de la radiactividad' en Fukushima.

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