El furor por la serie de Netflix ‘El juego del calamar’ ya está en Vigo, y más concretamente en las instalaciones del parque de ocio Humor Amarillo situado en el Monte Alba, donde ayer dio comienzo un evento que recrea una versión lúdica de las distintas pruebas de la serie en el que se han inscrito 400 vigueses. Al igual que ocurría en la ficción coreana, el ganador se llevará un premio en metálico, pero en esta ocasión hay una gran diferencia, nadie sale herido de estos juegos.
A pesar de todo, las pruebas tratan de recrear con la mayor fidelidad posible la ambientación de la serie. Los primeros participantes disputaron ayer seis competiciones distintas, como cruzar un puente en equilibrio sin caer, el tira y afloja con una cuerda, las canicas, las galletas dalgona o 'Luz roja, luz verde' (aquí, más conocido por el escondite inglés), en el que los vigilantes disparaban con una pistola de ‘paintball’ a los eliminados.
Además, todos ellos se encontraban ataviados con los icónicos trajes rojos y las máscaras de la serie. Los organizadores acudieron vestidos como los millonarios y todos los concursantes vistieron una camiseta verde identificada con un número. “Copiar los trajes ha sido una misión imposible porque están agotados en todo el mundo, algunas máscaras hemos tenido que encargar que nos las hicieran a mano”, explica Luis Terrón, uno de los organizadores.
Además de pasarlo bien, los participantes tenían un objetivo en mente, el premio de 1.000 euros que se llevará el ganador. Las pruebas continuarán hoy y mañana. Desde los responsables de Humor Amarillo aseguran que las plazas se agotaron una semana antes del evento y se quedó mucha gente fuera, por lo que abren la puerta a repetirlo cuando se estrene una segunda temporada.
Luz roja, luz verde con disparos de paintball
El juego de ‘luz roja, luz verde’, más conocido aquí como el escondite inglés fue una de las pruebas más icónicas de la serie. En la recreación de Humor Amarillo también destacó sobre las demás, ya que los concursantes que quedaban eliminados recibían un disparo de ‘paintball’, aunque estando perfectamente protegidos.
Pruebas con uniforme
El personal del parque de Humor Amarillo se vistió con los trajes rojos y las máscaras que utilizaban los vigilantes de las pruebas en la serie.
Puente colgante
Otra de las pruebas más llamativas fue la del puente colgante a 6 metros de altura. Los que caían lo hacían sobre una red elástica protectora.
